La genialidad suele traducirse en palabras, en notas musicales, en esculturas, en una cámara de fotos. La voz y las manos son elementos naturales del ser humano para convertir una acción cotidiana en una obra de arte.
En Coronda tenemos genios que no brillan como deberían porque en vez de mostrarlos orgullosos, evitamos que trasciendan porque a lo mejor se destacan demasiado… Solemos ser así. Pero bueno, ese es otro tema.
La ciudad tiene entre sus artistas a Leonardo Aguaisol, un multifacético de la pintura artística, que puede realizar un trabajo por encargo o volar con su imaginación hasta plasmar una obra digna de los ojos de todos.
Trabajos como el piso en perspectiva de la terraza de la Biblioteca Popular Cnel. José Rodríguez, de los Bomberos al costado del cuartel, del Diego Maradona cerca de la Cárcel, de ballenas en un bar de Ruta 11 son muestras de su talento, puesto en escena con muy diferentes motivos.
Un buen artista sabe trabajar acerca del calefón, pero también lo hará sobre la Biblia…
Justamente, pintar sobre temáticas religiosas, ya significa otra cosa. No se trata sólo de creer o no, pero el halo que encierra e invoca la fe y la representación que de ella se haga, es un verdadero desafío para un artista, para un pintor.
La Iglesia Católica local, específicamente el Padre Néstor Vivas, encargó a Leonardo Aguaisol una obra que homenajee al Santo Patrono de Coronda, San Jerónimo.
«Manos a la obra», nunca mejor dicho, ya que con una temática profundamente religiosa y de alta valoración para la ciudad, Leo plasmó en lienzos de 6 metros por 2 a un versátil Ieronimus de Estridón: que vivía en penitencia por su vida ligera durante muchos años, que era un sabio y estudioso, un eremita por convicción, tanto que le regaló la Vulgata a las lenguas latinas con la traducción de la Biblia que originalmente fue escrita en hebreo, arameo y griego helenístico y que se convirtió en un influyente predicador y divulgador de la fe cristiana ordenándose de sacerdote a sus 40 años. Sin olvidar la imagen principal de la vida católica: el Jesucristo en la cruz.
Todo eso nos cuenta esta obra, donde el león convertido en increíble mascota de Jerónimo por sacarle una espina de una pata, parece darle más fuerza y hasta aliento a la doble imagen del santo. Y con el notable detalle de buscar a Leandro «Numa» Magnin como un modelo físico que le dé más toque de realidad al trabajo.
Se cumplen 1600 años de la muerte de este referente católico y el 30 de Setiembre gracias a Leonardo Aguaisol, cual Domenico Ghirlandaio o Hieronymus Bosch «El Bosco», la Parroquia devolverá al fiel una obra muy acorde a la valía de Jerónimo para la ciudad que lo adoptó como protector, desde la fe y desde la tradición.
Un buen artista sabe cómo representar a la biblia y al calefón sin perder su estilo, está claro que estamos ante el poseedor de manos sensibles y de mente abierta que nos traslada su imaginación a superficies llenas de colores y significación.