El amor tiene distintas formas de expresarse. Dicen que generar proyectos en común es una de las maneras de mantener viva la llama y de afianzar la pareja. Que uno vea que el otro quiere ser todos los días una persona mejor.
En este caso Andrea Villarruel, y Roberto Carlos Schiozzi decidieron terminar sus estudios secundarios luego de formar una familia y trabajar y llevar adelante sus rutinas como adultos. Pero eso no fue obstáculo.
Andrea, Reina de la Ecología en su momento, contó a Periódico Corondino que «el programa Vuelvo a Estudiar Virtual está avalado por el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe. Está pensado para aquellas personas que por diferentes razones no terminaron el secundario. Consiste en un cursado 89% virtual y 11% presencial. Cuenta con 12 módulos inter-diciplinarios que tienen actividades o tareas y cada uno termina con un proyecto de Acción Socio comunitario. Se realiza a través de una plataforma digital, en la cual hay foros, videollamadas, entrega de tareas y calificaciones. los presenciales se hacen cada veinte días en la escuela 201 de nuestra ciudad a cargo del profesor César Dip» contó entusiasmada Andrea.
También pasó algo: «Roberto empezó la técnica y abandonó los estudios en su oportunidad y yo que terminé la primaria en Larrechea no seguí estudiando porque en ese tiempo no había secundaria. Después conocí a Roberto en Central, noviazgo, casamiento, hijos. Me anoté dos veces en la Eempa de acá pero no pude entrar. Con mis hijos ya un poco más grandes quise pensar en la deuda que tenía y se lo propuse a Roberto. Así nos anotamos»…
La primera reunión que se realizó en el Salón de Actos de la Escuela 201, aproximadamente 100 personas asistieron para informarse de cómo terminar el secundario. Hoy tres años después llegaron a la meta nueve personas: Yanina Ojeda, Norma Díaz, Marcela Goldy (San Fabián) María Adela Rolón (Larrechea), Birginia Juárez -con B, sí-, Liliana Cabral, Claudia Oyarzábal, Roberto Carlos Schiozzi y Andrea Villarruel (Coronda); todos corresponden a la sede de nuestra ciudad. Incluso días atrás publicábamos un trabajo de algunas de esas alumnas vinculadas con la defensa del medio ambiente.
«En estos años aprendimos mucho: cómo usar una computadora, a recibir material de clases y mandar tareas, a manejar Word, Drive, Excel, Publisher, Movie Maker, investigar sobre la cultura de nuestra ciudad , personajes e historia de las instituciones, hacer entrevistas, a editar videos, diseñar folletos, Campañas sobre el dengue, la violencia, entre otras cosas» siguió Andrea.
«Para los proyectos hicimos jornadas en la escuela Armada Argentina de siembra de semillas y artefactos científicos y en la escuela Manuel Gaete de reciclado. La última campaña fue un folleto de saneamiento ambiental. Además se realizó un proyecto de investigación sobre los basurales a cielo abierto en conjunto con un compañero de Gálvez. Se editó un video sobre ello, y se hace referencia del trabajo que realizan nuestros queridos bomberos» prosiguió la destacada alumna adulta.
Y siguió relatando que «los últimos meses fueron tal vez los más duros, no por el cursado, sino por el marco de la pandemia. Roberto es empleado municipal expuesto a la situación, yo soy empleada doméstica y mi trabajo se vio afectado, además hago trabajos en bordados, mis dos hijos estudiantes en la escuela técnica. Es decir, en nuestra casa éramos cuatro estudiantes recibiendo y mandando tareas en una sola computadora. Y como padres la incertidumbre de no saber lo que va a pasar. Pero también teníamos que dar el ejemplo a Bruno y Daniel de que no hay que bajar los brazos». Vaya si lo hicieron…
Luego sobre un balance de todo lo vivido, la corondina -que se convirtió en pionera con su promoción- expresó: «Debemos decir que todo esfuerzo y sacrificio vale la pena. Hoy con orgullo podemos decir que somos egresados en orientación agro y ambiente de la E.E.M.P.A (Escuela de enseñanza media para adultos) N°1330 de Rosario – Modalidad Plan Vuelvo a Estudiar Virtual. Y la primera Promo de este plan en Coronda».
Finalmente, y a manera de agradecimiento, la feliz egresada contó que «queremos agradecer en primer lugar a nuestros hijos que más de una vez nos enseñaban a nosotros y más cuando se trataba de tecnología. Y después a todas las personas que de una forma u otra nos ayudaron. Nos gustaría nombrarlas pero tenemos miedo de olvidarnos de alguien por la emoción. Pero ella/os saben quiénes son. Gracias infinitas».
Una historia que merece ser contada. Las edades cronológicas no definen las ganas de seguir mejorando. Andrea y Roberto son un claro ejemplo de ello. Con esfuerzo, muchos años después de la llamada «edad normal» para la «secu» se lanzaron a un proyecto en común que terminó enarbolando una enseñanza que parte desde ellos a sus hijos y a toda la comunidad de que cuando se quiere, realmente que se puede.
Por muchos Andrea y Roberto más.