El nadador cordobés que surgió como figura de la natación gracias a la Maratón Santa Fe-Coronda, ha visto de algún modo caer al abismo deportivo su trayectoria debido precisamente a la última prueba que se hizo con llegada en nuestra ciudad. Es que fue suspendido por dóping positivo.
La sanción es severa y llegó a la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (Cadda): el nadador cordobés Guillermo Bertola queda suspendido desde enero de 2020 hasta enero de 2024 y además se lo despoja de todo que lo ha ganado desde 2018 (en lo estadístico y en lo económico).
“Es la pena máxima”, advirtió un miembro de la Comisión Directiva de la Cadda.
Bertola había sido suspendido de forma provisoria por la Federación Internacional de Natación (Fina) en enero último por doping biológico: el campeón mundial 2017 se realizó una transfusión de sangre (no informada) en 2018. Ahora llegó la sanción firme y “la pena es muy dura”.
Cuando saltó su doping, Bertola explicó: “Estaba anémico, me sentía sin fuerzas para competir y surgió la posibilidad de hacerme una transfusión. Esa prueba la terminé muy mal (la Santa Fe-Coronda 2018), tuvieron que ponerme dos frascos de suero y ayudarme a subir al podio. Unos días después me hicieron el control”.
Y con esa confesión se presentó de manera personal ante la Fina, sin abogados. “Pude haber hecho una estrategia judicial, pero decidí presentarme con la verdad. No pido ser exonerado, reconocí el error, ya que una de las cosas que me decía la Fina era que si uno reconoce su error y arrepentimiento la sanción puede reducirse a la mitad. Eso tiene que valer. Pero se me está juzgando con una pena muy dura”, aseguró.
El razonamiento del cordobés es que su pena “no es de cuatro años sino prácticamente de seis”, ya que se le quita además todo lo ganado desde 2018. Incluso la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
“Teniendo en cuenta la durabilidad de una transfusión, que es de unos 20 días, no entiendo que me quieran sacar títulos de mediados y fines de 2018, y hasta los de 2019. Ellos tienen reiterados análisis de sangre míos de los dos años y todos han sido todos normales”, planteó.
Por eso, admitió que “este tema” lo “superó muchísimo”. “Me impactó cuando leí la sanción. Estoy triste y desilusionado”. El nadador de aguas abiertas apelará el fallo, ahora sí acompañado por un abogado. “Siento un poco de bronca e impotencia, porque no estoy pidiendo que me perdonen ni que no me den sanciones. Quiero recibir la sanción que me corresponde en cuanto a los hechos y a los puntos que ellos marcaron que yo tenía que cumplir”, insistió.
“Con esto me están matando porque dos años puedo esperar. Este es un año perdido para todos a nivel deportivo y el año que viene sería ponerme a entrenar para ya empezar en 2022. Pero cuatro años… Es difícil pensar en volver con 34 años y quedarme todo ese tiempo sin hacer lo que me dediqué toda mi vida”, dijo y reconoció: “Soy consciente de que me lo busqué. Dos años es duro pero es pasable. Pero cuatro años y cargar con que te van a sacar todo el esfuerzo que hiciste, siendo que ellos tienen otros análisis, me parece muy severo”.
Sin medalla
En 2018, año en el que se realizó la transfusión, Bertola obtuvo el subcampeonato mundial de Grand Prix (larga distancia) y ganó la medalla de plata en el Sudamericano de Aguas Abiertas de Lima (Perú).
La sanción, además de mantenerlo por cuatro años fuera del agua implicaría perder esos laureles, así como la medalla de plata obtenida en los Juegos Panamericanos 2019.
“Que me saquen la medalla de 2019, siendo que esto (el doping) fue a principio de 2018, me genera mucha bronca. Porque yo siempre he dejado todo por el país. Desde mi infancia, entrenando antes y después del colegio, de madrugada… todo lo dejé siempre por la selección”, contó.