El fiscal coordinador de Santa Fe, Jorge Nessier, acompañó a su par de Coronda Marcelo Nessier, quien tiene a su cargo la investigación al encuentro con los familiares de Yamila Franco, la joven de 23 años que el viernes último fue encontrada muerta en su casa en Coronda, para explicarles los detalles del curso de las pesquisas. Sobre la reunión, de la que participaron los hermanos de la víctima, la madre y sus asesores legales además de representantes de Ni Una Menos de Coronda, dijo que “se brindaron detalles pormenorizados a los familiares para que estén al tanto de lo actuado hasta el momento”.
En ese sentido explicó a La Capital que “hasta que no haya una persona imputada no es necesario definir una calificación jurídica. Sin embargo, y tal como se explicó a los familiares que se constituirán como querellantes, la investigación se inició con conocimiento del fiscal y conforme a los protocolos que poseen los fiscales para estos casos. Aunque todo parece indicar de que se trata de un suicidio, se inició la investigación y se prosigue como si se tratara de un posible femicidio. Se analiza si la mujer fue víctima de un hecho violento por parte de un tercero”.
“Estos protocolos implican direccionar la investigación en busca de indicadores que demuestren que esa mujer fue víctima de violencia previa y el contexto en el que se desarrollaba su relación de pareja, entre otros puntos. En este caso la pareja que convivía con la víctima es quien momentos antes había estado con ella, luego salió y cuando regresó al domicilio encontró el cuerpo. Incluso fue quien dio la noticia a un vecino y a su madre de lo que había encontrado”, remarcó el fiscal.
También indicó que su par de Coronda realizó todas las medidas de rigor para la preservación de la escena del hecho, el pedido de autopsia y de una serie de pericias conexas realizadas, en curso y a solicitar en las próximas horas. “La autopsia deriva en otras pericias posteriores que se realizan en Rosario y otras en Santa Fe. Después se arribará a un informe final que, en conjunto con lo que arroje el resto de la investigación en curso, permitirá establecer qué es lo que ocurrió. No está en el ánimo del fiscal a cargo disponer el archivo sino avanzar en la investigación con ese objetivo”, explicó Nessier. “Hoy el fiscal que investiga no cuenta con elementos que le permitan determinar la intervención de una tercera persona pero no se descarta esa hipótesis y se trabaja para confirmarla o desecharla”, sostuvo.
Ante la posibilidad de que la investigación se incline hacia la confirmación de un suicidio, el fiscal evitó brindar detalles sobre la escena en la que se encontró el cuerpo de Yamila en resguardo de la dignidad de la persona fallecida y para evitar el efecto imitación que a veces se genera en localidades pequeñas. Sin embargo, adelantó que “el informe preliminar de la autopsia indica que la muerte se produjo por el ingreso de un proyectil de plomo en la zona torácica que se corresponde con el rifle de aire comprimido que se halló en el lugar y que, se estima que la muerte se produjo en forma casi inmediata”.
Además, señaló que, tanto del informe policial, del médico forense y agentes que relevaron la escena, así como de la autopsia, no surge el hallazgo de golpes, arañazos o contusiones más allá de la herida que produjo el proyectil.
Respecto a las dudas de los familiares y allegados, el fiscal sostuvo que “informamos a la familia lo más temprano posible y alentamos a su presentación como querellantes para que haya un control directo y profesional de la causa. Eso nos tranquiliza porque si hay algo que se nos puede escapar o que pueda la familia considerar que debe hacerse lo proponen a través de sus abogados y se lleva a cabo”.
Dudas y misterio
“No estamos conformes con la hipótesis de que Yamila se suicidó tocando la cola del disparador de un rifle de aire comprimido”, dijo Ismael Robin, hermano de Yamila.
Las dudas sobre lo ocurrido no solo sembraron desconfianza en el entorno sino también en autoridades y representantes institucionales que se acercaron para acompañar a la familia de Yamila en el proceso de exigir una investigación profunda y seria que permita determinar lo que ocurrió en la vivienda en la que fue encontrado el cuerpo de Yamila.
“Este caso roza cuestiones complejas, no se sabe bien qué pasó o al menos no lo blanquean y hasta hay hipótesis desquiciadas que hablan de suicidio”, lanzó la diputada provincial, Rosana Bellatti (Bloque Socialista) durante la marcha que se llevó adelante en Venado Tuerto en memoria de Julieta Del Pino la joven asesinada en Berabevú y para pedir justicia por la muerte de Yamila.
La legisladora dijo que “como integrante del colectivo Ni Una Menos pedimos que se investigue de una manera seria y responsable. No estamos seguras de que se trate de un suicidio y todo indicaría por lo menos la existencia de encubrimientos por parte de la Justicia y actuaciones sospechosas de la policía”.
“Acompañamos a la familia junto a compañeras concejalas e integrantes de Ni Una Menos en este proceso, entrevistamos al fiscal regional y seguimos el caso de cerca para que sepan que estamos mirando para ver qué hacen”, señaló y remarcó que “hacen falta políticas de Estado claras y enérgicas para terminar con la violencia de género”.
“Las mujeres ganamos la calle, tenemos violencia de género, se ejerce hacia las mujeres, nos están matando y para revertir esa realidad hace falta que el Estado esté presente con todas las herramientas y a través de todas sus instituciones”, dijo Bellatti y añadió que “hicimos un análisis del camino crítico que debe recorrer una mujer a la hora de hacer una denuncia. Es increíble porque encontramos que antes de obtener una respuesta debe recurrir a siete organizaciones del estado y contar 17 veces su historia. Donde más se sintieron vulneradas y violentadas las mujeres fue ante la Justicia y ante la policía”.
La legisladora remarcó que es necesario que, como lo instaura la ley Micaela, “todos los funcionarios públicos se capaciten para recibir a una mujer que está sufriendo violencia de género. La policía debe cumplir un rol fundamental. Muchas veces hay prejuicios y estos problemas se abordan desde los lugares más patriarcales y machistas que hay en la institución. Por eso queremos una policía especializada y fiscales especializados en violencia de género”.
“No es posible que en un juzgado de familia, donde funciona la Secretaría de Violencia de Género, se apilen las causas o que caigan en otro tipo de juzgados que no son específicos y que no tienen herramientas ni conocimientos sobre el tema”.
Fuente: Diario La Capital