El Diputado Nacional de Juntos por el Cambio, Juan Martín, presentó un proyecto de declaración vinculado con la producción de frutillas para que el Gobierno Nacional auxilie al sector.
En ese sentido, el legislador radical de origen expresó su «profunda preocupación, por el momento que atraviesa el sector dedicado a la producción frutihorticola de la provincia de Santa Fe, debido al grave perjuicio causado por la emergencia sanitaria Covid 19, ya que pone en peligro la campaña de cosecha anual, sus actividades derivadas y/o complementarias, con un impacto negativo en la rentabilidad de las mismas, alto riesgo de quebrantos, daños colaterales en los niveles de empleo y de la actividad económica de la comunidad y zonas cercanas» por lo que solicitó al gobierno y a sus pares en la Cámara Baja nacional «respaldar a todos los productores del sector que llevan adelante una tarea responsable, actuando bajo estricto protocolo para proteger a sus trabajadores, las comunidades donde viven y trabajan, como así también el fruto de su producción».
«Requerir el acompañamiento activo del Estado Nacional a la producción con líneas de créditos sostenibles y alivios fiscales que permitan dar continuidad a la tarea que llevan adelante y así contribuir a la salida de una situación crítica que atraviesa y atravesará el país en los próximos meses». Además «acompañar el reclamo de los productores de la Provincia de Santa Fe ante el Estado Nacional para que, en articulación con las Provincias involucradas, elabore un Programa Sanitario Covid 19 Ad Hoc y se conforme un corredor sanitario seguro. De manera tal de brindar estricto seguimiento y control de los protocolos de cuidado establecidos en general para toda la población, pero en particular para tareas esenciales como éstas, garantizando que el necesario desplazamiento de trabajadores por diferentes regiones de nuestro país, que llevan a cabo la tarea de temporada de cosecha frutihorticola, frutilla y zanahoria, entre otras, esté garantizada y se haga de manera segura».
Ante esto Martin indicó también que transmite la preocupación existente «en los productores de frutilla de la bota santafesina, como así también de los trabajadores afines a la actividad, vecinos de la ciudad de Coronda, de zonas aledañas y demás actores vinculados al sector frutillero, ante la situación de emergencia sanitaria que atravesamos los ciudadanos de este país – Covid 19. Dicha actividad requiere de medidas extraordinarias de bioseguridad para evitar la propagación del virus con la consecuente afectación a la población en general y el impacto en particular sobre la principal actividad productiva de la región, con las correspondientes consecuencias socio-económicas directas sobre el resto de la actividad económica de la comunidad y sus habitantes».
En cuanto a nuestra ciudad específicamente, el legislador manifestó a sus pares que «la producción de frutilla en la zona de Coronda tiene más de 100 años, nace en 1919 y se ha destacado desde sus inicios. Con el comienzo de la comercialización se ha convertido en un exponente de la actividad económica y productiva de la región, siendo reconocida como la principal productora del país y Capital Nacional de la Frutilla» agregando luego que «durante la década del 70, la actividad frutillera en la región llegó a representar más del 75% del producido nacional y en la actualidad ese volumen fluctúa entre el 30 al 35 % anual, constituyendo una de las actividades principales de la zona con un alto impacto en el desarrollo socio – económico de la comunidad y sus habitantes».
Martin también manifestó en su presentación que «la producción de frutilla, como adelantamos, requiere el uso intensivo de mano de obra durante los meses de producción (junio a diciembre), demanda aproximadamente unas 9.200 horas hombre por hectárea, lo que implica una generación de más de 400 fuentes directas de trabajo por temporada, siendo un verdadero motor para el desarrollo social de la región, con un rendimiento anual superior a las 30 toneladas por hectárea, lo que representa el 35% del total nacional».
«Su consumo fresco, gracias a sus benéficas propiedades y a diferencia de otras frutas finas, es relativamente común en el mercado interno; además se la utiliza en distintos productos como mermeladas, yogurt, helados y golosinas mientras que el producto congelado se destina a la exportación».
«La cadena de valor de la frutilla en la región Coronda está compuesta por tres grandes etapas: la siembra y cosecha, el congelamiento y la distribución y por último el procesamiento y comercialización».
«La actividad industrial de la zona está estrechamente vinculada con este cultivo, donde hay empresas que se dedican al procesamiento, elaboración de dulces, pulpas, mermeladas y congelados. Es una actividad que se caracteriza por la incorporación continua de tecnología desarrollada en la zona, la articulación público-privada para modernizar permanentemente la misma, que requiere de inversión y capacitación continua, investigación y participación en proyectos tendientes a una producción sustentable».
En sus explicaciones, el diputado nacional también adujo que «la producción promedio de frutilla en la zona tiene un rinde cercano a los 35.000 kilos por hectárea, que no podrá mantenerse en esta campaña por cómo viene afectando la crisis sanitaria desatada por la pandemia Covid 19 al sector. Las consecuencias aparejadas son diversas: dificultad en el ingreso de insumos y materiales madres para viveros de plantines que ocasionan perdida de sanidad de las plantas y con ello perdida de rendimientos; merma en la mano de obra calificada y suficiente para llevar adelante la misma – más allá de los protocolos en los que el sector trabaja y las medidas de bioseguridad adoptadas – que si bien cuenta con los trabajadores locales, es una actividad de estación que se sirve de “trabajadores golondrinas” , una modalidad laboral migratoria, que con menor frecuencia aún, se sigue verificando».
Pidió «que habiendo comenzado la temporada fuerte de la producción, que arranca en junio y tiene su pico entre septiembre y octubre y finaliza en diciembre, es menester que las Autoridades Sanitarias brinden las herramientas y controles necesarios para garantizar el normal desarrollo de la producción y cosecha de frutilla en el marco de los protocolos establecidos para evitar el contagio y propagación del virus Covid 19. Resguardando así la salubridad de los trabajadores y pobladores de las comunidades involucradas. Como así también, la instrumentación de corredores sanitarios articulado por el Estado Nacional en colaboración con la Provincia de Santa Fe y las Provincias vecinas que garanticen el normal desenvolvimiento de la actividad en cuestión».
En cuanto a los protocolos, recordando que fueron autorizados por la provincia para el manejo de la frutilla en todos sus contextos, Martin indicó que «además, entendemos y acompañamos, el pedido concreto de los productores frutilleros de la instalación de un centro de monitoreo sanitario para el control de los obreros que lleguen a la ciudad de Coronda a realizar la cosecha desde otras localidades santafesinas u otras provincias, con la realización de testeo y cumplimiento de protocolos elaborados ad hoc, con el debido contralor de personal de salud y seguridad, entendiendo que sería una forma de facilitar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad necesarias para garantizar la producción comercial de frutillas, que conforme venimos manifestando, desde el punto de vista económico y social, encierra una elevada importancia local y regional, atento las inversiones requeridas en cada ciclo productivo, la cantidad de mano de obra demandada en todas las fases de la cadena y las derivadas actividades relacionadas con dicha producción (provisión de insumos, logística-transporte, procesamiento industrial, actividad negocios comerciales de la zona, etc.)».
Colaboración: Marvel Bonin.