Se las había visto en el suelo, en patios, ya atrapadas generalmente, pero todavía no había imágenes de palomas en “plena acción”. En este caso, dos imágenes captaron el momento en que una de estas aves se posaba en el límite entre el afuera y el adentro de la Cárcel de Coronda.
Así es. Una nueva paloma con un elemento extraño a su cuerpo entre sus patas, fue divisada en la tarde de este lunes casi en la entrada principal a la Cárcel de Coronda.
En esta ocasión el ave no pudo ser atrapada ya que cobró vuelo, se posó en las tejas laterales hacia el norte de la guardia de ingreso, y se perdió dentro del predio del penal ya que por la altura y el lugar en el que estaba cuando la vieron, no pudo ser agarrada en la parte exterior a la penitenciaría.
Debido a esto, la policía que estaba de guardia preventiva ante la salida de las visitas del presidio, dio aviso a autoridades del Servicio Penitenciario.
Por lo que se pudo ver, merced a las imágenes tomadas de la paloma, habría tenido un teléfono celular atado a una de sus patas, con lo cual tuvo que hacer una pausa prolongada entre las ramas de un árbol cercano. Habrá que esperar la confirmación una vez que la agarren del lado de adentro.
Es la enésima vez en la cual este tipo de aves, muchas de ellas criadas aparentemente por presos aunque aún sin descubrir, son vistas o atrapadas a pocos metros de la cárcel o directamente dentro de ella.
Los elementos más comunes que se han visto desde noviembre de 2023 a esta parte, son: teléfonos, baterías, cargadores, resistencias, cables varios, cocaína, y marihuana. Por el momento no se ha podido descubrir quiénes lo hacen, y desde dónde hacen volar a estas aves para ingresar elementos prohibidos al Instituto Correccional Modelo de Coronda, única cárcel hasta aquí donde se viene practicando este método.