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Fuente Aire de Santa Fe
Agentes del Organismo de Investigaciones, dependiente del Ministerio Público de la Acusación, realizaron un nuevo peritaje balístico sobre las instalaciones de la cárcel de Coronda (Unidad Penitenciaria N°1) en el marco de la causa que investiga el homicidio del preso Alén Montenegro, fallecido el 23 de marzo pasado a raíz de un motín originado por internos para que se cumpla el protocolo de prevención del coronavirus.
El procedimiento comenzó a partir de las 10 de la mañana y se llevó a cabo sobre los pabellones 7,9 y 11 del penal. Del mismo también participaron los fiscales del área de Delitos Complejos, Mariela Jiménez y Ezequiel Hernández, y el del departamento San Jerónimo, Marcelo Nessier.
Como resultado del operativo, los investigadores secuestraron cinco armas de fuego que fueron encontradas en distintas áreas del establecimiento carcelario como así también libros de guardias que estaban en las oficinas del Goep (Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias), Guardia Interna, Goro (Grupo de Operaciones de Restitución del Orden) y de la Armería. En tanto, se le tomó declaración a distintas personas involucradas durante la revuelta carcelaria.
![El momento en que los fiscales y un total de 9 agentes del Organismo de Informaciones llegó al penal.](https://media.airedesantafe.com.ar/adjuntos/268/imagenes/001/794/0001794452.jpg?0000-00-00-00-00-00)
Con respecto a los peritajes balísticos, los pesquisas levantaron de uno de los techos una serie de plomos que serán remitidos a pericia y luego cotejados con el tipo de armas que fueron secuestradas como así también con las postas que se extrajeron desde el cuerpo de Montenegro.
La recorrida del Organismo de Investigaciones (la tercera que se lleva a cabo desde que sucedió el asesinato), derivó también en solicitar los registros fílmicos de las cámaras de seguridad que se encuentran instaladas dentro de la unidad penitenciaria.
El crimen en cuestión, ocurrió en horas de la tarde del 23 de marzo, cuando Montenegro fue impactado en el techo del pabellón N°9 mientras efectuaba un reclamo para que las autoridades penitenciarias pongan en funcionamiento el protocolo de prevención de contagio del virus del Covid-19.
El resultado de autopsia, que se llevó a cabo en la Morgue Judicial de Santa Fe, reveló en este sentido que el joven de 23 años (que purgaba una condena por un homicidio), tenía dos impactos de plomos en la zona de la espalda que le causaron la muerte.
Nota de Periódico Corondino: No hay que olvidar que días previos estaban buscando un revólver calibre 22 del cual se habían hallado 6 balas la misma mañana del motín del 23 de Marzo pero que hasta luego de la revuelta no había sido encontrado.
Échale la culpa al SP
Carmen Behler manifestó que su hijo «no era barra brava» de Colón, como se sostuvo, y tampoco tenía relación con el narcotraficante Juan Eduardo «Chunchi» Montenegro (condenado en noviembre de 2017 a doce años de prisión por comercio de drogas). «Mi hijo tenía 23 años y hacía cinco que estaba detenido. Si fue a la cancha, habrá ido dos o tres veces con su papá o solo», dijo la mujer. Y cuestionó al diputado provincial Carlos Del Frade, que tras el crimen vinculó a Montenegro con un clan narcofamiliar. «No tenemos vinculación con ellos», remarcó.
Sobre la muerte de Alen, ocurrida cuando el muchacho estaba en el techo del pabellón 9 de Coronda junto a otros internos reclamando la aplicación del protocolo de prevención para el avance del Covid-19, la mujer no dudó en achacar la responsabilidad al «Servicio Penitenciario provincial y al Estado».
«Mi hijo fue a hacer un reclamo con los otros compañeros por el coronavirus ya que querían que se tomen los recaudos por el tema de la higiene», explicó. «Todo se originó porque los internos notaron que muchos guardias estuvieron de vacaciones en Brasil y Paraguay y volvieron al penal sin ninguna medida preventiva».
«Allí no hubo pelea, no hubo motín, nada. Y cuando todo pasó mi hijo ya estaba muerto», explicó Behler. Y a pesar de afirmar que no sabe de dónde salieron las balas que mataron a Alen, dijo que «todo se va a saber, de quién más puede salir que de un agente. No fue una casualidad, tiraron al montón y mi hijo estaba parado ahí, le pegaron a él como pudo haber sido otro compañero».
Fuente Diario La Capital