Desde el 27 de junio cuando se declaró como persona enferma a Oscar Correa -hoy ya lo podemos nombrar porque él mismo ha dado entrevistas públicas- y Coronda se revolucionó, hasta la mañana de este 25 de julio, han pasado 28 días que deben haber sido años para la familia del camionero.
El coronavirus tiene incidencia social además de económica y sanitaria. En algunas comunidades chicas las personas enfermas fueron tomadas como los leprosos de la Biblia. Hay muchos ejemplos de vecinos que contrajeron el Covid 19 y fueron amenazados, agredidos, echados, les hicieron marchas, les pegaron carteles de repudio casi en el nivel de un violador o un golpeador.
Por suerte nuestra ciudad en ese sentido fue un ejemplo. Así como tantas veces criticamos nuestro propio andar como comunidad, esta vez debemos decir que Coronda no acusó ni hizo una argumentación dolosa de lo que pudo haber sido quizás, un descuido, que todos tuvimos durante este aislamiento, nomás que el transportista no pudo frenar al virus que le tomó el cuerpo y de una manera en la que llegó a preocupar en algún momento su estado general de salud.
La gran noticia llegó: «Se informa que los 3 casos positivos para Covid 19, se encuentran en buen estado de salud y habiendo cumplido con los tiempos de aislamiento correspondientes se encuentran en condiciones de alta médica» se indicó desde el Comité de Emergencia del Samco en la mañana de este sábado.
En el medio pasaron muchos hisopados, tres para la pequeña Sofía de sólo 12 años, y otros tantos para Oscar y para Carolina, su mujer. Además hubo no menos de 40 personas que habían estado en contacto sobre todo con la esposa del camionero, que estuvieron alertas.
Un poco por fortuna, y otro poco por un muy buen trabajo del Comité de Crisis -hay que decirlo y destacarlo también, trabajaron en tiempo real con un mal desconocido y feroz-, permitió que la enfermedad se circunscribiera a una sola familia, más allá de que son tres casos individuales, que fueron confirmados en distintos días: el 27 de junio para el camionero, el 4 de julio para su esposa y el 15 de julio para la nena.
La pesadilla está terminando, de a poco se volverá a la normalidad porque no solamente estos tres seres humanos cargaron con un virus fortificado por otros, sino que la exposición fue mucha, cada vez que se hablaba de casos positivos en Coronda, la gente los recordaba y de algún modo los recordará, pero esto se irá apagando como todo hecho que tiene su tiempo de estruendo y luego decae hasta ser una anécdota que se rememorará en contadas ocasiones. Pero sin quererlo pasaron a la historia como la primera familia contagiada del peor mal que sufrió la humanidad en años.
Lo importante es el aprendizaje, lo bueno es que no hubo otros casos al menos hasta ahora, en una ciudad que ha estado en contacto siempre con lugares críticos -Buenos Aires y Rosario, por ejemplo- pero que en líneas generales ha tomado los recaudos para evitar que sigan apareciendo situaciones.
Las comparaciones son odiosas pero Bombal, con 3500 habitantes, tuvo hasta ahora 22 casos; Carreras con 2000 pobladores llegó a 57; Santa Isabel con 4600 habitantes tuvo 60; o Villa Ocampo con 15000 residentes llegó a 16. Estamos lejos, todo este mal nos tiene que haber enseñado algo y esperamos que no ocurran más contagios aunque el riesgo en general se incrementó y se calcula que hasta mediados de agosto será así.
En el departamento, Gálvez tuvo 9 casos, Coronda 3, Desvío Arijón y San Genaro 1 y debemos agregar un corondino afectado y una mujer de Estación Díaz enferma, pero ambos con residencia en Rosario. Por suerte no hubo mortalidad ni mucho menos.
No sabemos en qué proporción es suerte o trabajo bien hecho, pero los departamentos 9 de Julio, San Martín y San Justo no tuvieron casos y en San Jerónimo, un departamento de circulación desde y hacia Rosario y Santa Fe de manera permanente, muy expuesto geográficamente, sólo hubo 14 entre 23 localidades, de las cuales 5 nunca informaron ni siquiera un sospechado como Larrechea, Casalegno, Loma Alta, Campo Piaggio y San Eugenio.
Cuidado. Se cierra un capítulo… para que no se abran otros habrá que seguir cuidándose, hoy en día, con las libertades acotadas que son reales pero también necesarias para que esta plaga invisible a los ojos deje de matar argentinos y de enfermar a tanta gente.