La Agencia de Investigación Criminal estaba realizando el allanamiento en el marco de la detención de una de las sospechadas como posibles autoras del crimen de Pedro Holman, cuando en la parte de atrás de la misma casa requisada de Luciano Molinas al 1500, frente a la plazoleta, se encontraron con una sorpresa extra.
Un invernadero de marihuana asomó con unas 14 plantas, las cuales fueron secuestradas. A partir de allí, la AIC cesó su función y el personal que se hizo cargo fue la Brigada Operativa Antinarcóticos XV que se puso al frente del trabajo.
En el sitio se secuestraron, además de las plantas, un ventilador, aislantes térmicos para techos, aparatos eléctricos, todo utilizado para hacer funcionar el invernadero.
A consecuencia de este procedimiento se le hizo causa a la misma mujer sospechada del homicidio y a un hombre que sería familiar directo. De todas maneras, esta supuesta infracción a la Ley 23737 de estupefacientes la podrían cursar en estado de libertad, más allá de que fueron debidamente identificados.