La denominada Asamblea para el 8M hizo una convocatoria para la tarde de este martes 8 de marzo a las 18 en Bvd. Oroño y San Martín donde se realizaba una marcha en referencia a esta conmemoración, con llegada a la Plaza Urquiza donde se dejaría visible esta jornada con un elemento permanente.
A su vez, por la mañana en la casilla del cruce ferroviario que está en esa intersección se hicieron pegatinas y pintadas, donde resaltaron tres rostros: los de Magalí Ojeda, Griselda Núñez y Yamila Franco. Con el lema «Esto es urgente, que sea justicia», las organizadoras toman esos tres casos como referenciales para Coronda, según la postura de las participantes.
QUINCE AÑOS SIN RESPUESTAS
Recordemos que Griselda Núñez de Naón desapareció el 15 de diciembre de 2006. A bordo de un Fiat Uno patente ABJ 896 de color azul, habría abandonado la ciudad. Según una nota habría escrito: “No me busquen. No quiero velatorio. Entiérrenme”.
De todas maneras, pese las búsquedas dentro del río, en campos de la ciudad y alrededores, de algunos avisos que se dieron desde otras provincias que terminaron siendo falsas alarmas, el paradero de «Gachi» sigue siendo uno de los mayores misterios de nuestra ciudad. Teorías urbanas hubo muchas, pero precisiones ninguna y ni siquiera el cuerpo de una mujer que su familia no puede llorar porque inevitablemente un hilo de esperanza queda de que esté con vida.
Incluso hoy se recordó un posteo de 2018 en el que una de sus hijas, María Elena, expresó: «8M Día de la Mujer… Mi Madre… Desaparecida en DEMOCRACIA… PRESENTE!!!! JUSTICIA!!! Griselda Elena Núñez!!!».
MAGALÍ, NINGÚN DETENIDO
El cuerpo de la adolescente Magalí Ojeda, entonces de 16 años, apareció el 26 de agosto de 2018 a la altura del macrodesagüe por Mitre pasando Santa Fe, con claros signos de haber sido violentado. La sospecha de que la mataron nunca se descartó, pero jamás hubo a ciencia cierta un elemento irrefutable y contundente que genere un detenido como autor, coautor o instigador de lo que fue caratulado como femicidio.
“La causa está caratulada, provisoriamente, como femicidio, aunque aún no sabemos si la mataron por su condición de mujer. El expediente tiene nueve cuerpos, se hicieron 15 allanamientos, hay 60 CDs con escuchas telefónicas y se hicieron entrevistas, pero aún no tenemos al o los sospechosos”, detalló en 2020 a Télam Marcelo Nessier, fiscal adjunto del Ministerio Público de la Acusación.
Lo que también recalcó varias veces el magistrado fue que «es una causa donde tenemos muchos comentarios de pasillo, pero cuando les pedimos a los que nos brindan datos que se presenten a la Justicia a declarar, no lo hacen». Hipótesis ha habido varias, pero erróneamente muchos medios de comunicación -fuera de Coronda sobre todo- pusieron por encima del crimen mismo, la actividad que podría haber estado realizando la joven que debió estar estudiando en la Escuela Técnica y que tuvo ese final horrendo y todavía, sin justicia.
LA MUERTE DE YAMILA
El 31 de julio de 2020 la joven de 23 años entonces, Yamila Franco, estaba en su casa de Melchor Martínez al 2500 cuando un disparo de escopeta terminó con su vida.
Inmediatamente saltaron acusaciones contra una persona muy cercana a ella, pero, para la Justicia y la investigación todo cerraba en un suicidio, que incluyó una carta explicando qué le estaba pasando en ese momento.
En las pocas ocasiones en las que hubo declaraciones públicas de parte del Fiscal Dr. Marcelo Nessier, se mencionó que «todo indica que se habría tratado de un suicidio». De hecho hoy mismo consultamos fuentes judiciales y se informó que todos los teléfonos celulares peritados fueron devueltos a sus dueños. «La familia se constituyó como querellante con tres abogados que unificaron sus actuaciones» consignó Nessier.
La familia de la muchacha en todo momento, públicamente y con marchas incluidas, consideró que habría sido un femicidio y que «no pudimos ver el cuerpo». Sin embargo, las pruebas caligráficas, pericias de balística, la misma carta y otros elementos habrían llevado a la Justicia a inclinarse (al menos hasta acá) por un suicidio, según lo que el Poder Judicial y los investigadores explicaron en su momento e incluso hoy a nuestro medio.
“No estamos conformes con la hipótesis de que Yamila se suicidó tocando la cola del disparador de un rifle de aire comprimido”, dijo Ismael Robin, hermano de Yamila en una de tantas notas concedidas en concentraciones en las cuales hubo pasos por la fiscalía incluidos.
MARCHA
Luego de la concentración hubo caminata por San Martín hasta la Plaza donde reclamaron por las causas inconclusas y exigieron cambios paradigmáticos en la Justicia y en la acción del Estado en cuanto a la violencia de género.