A raíz de que el Jefe de Servicios Públicos de la Municipalidad dio positivo de coronavirus en los testeos realizados en la mañana de este martes en la Plaza Urquiza, se encendió la alarma en el sector de obras públicas.
Tanto fue así que los 26 trabajadores de esa área, que tienen base en el galpón de cortada Arocena, se «auto acuartelaron» durante un buen rato para pedir la presencia de autoridades y de médicos ante el temor de irse a sus casas y contagiar a sus familias.
Al respecto, el intendente Ricardo Ramírez, en diálogo con el colega Horacio Capello, indicó: «El Jefe de Servicios Públicos dio positivo y tuvo contactos estrechos y no tanto con personal, por eso convocamos al Secretario de Obras Públicas, al Dr. Matías Zurawski, al Sindicato, incluso Dardo Miranda tiene cuadro febril, para saber qué gente debe aislarse y quiénes no y qué cuidados debe tener cada uno de ellos».
El primer mandatario insistió en «llevar tranquilidad al empleado, a la familia, al gremio, con la palabra autorizada del personal de salud. Hay 26 personas a evaluar. Estamos en el medio de una situación compleja y complicada» pero «si nosotros aislamos a las 25 personas, es contraproducente, puede haber un contacto directo y otros no, y se pueden ir contagiando, cada uno en su casa debe tener recaudos, que se aislen, sentados distanciados, ventilar bien, tener higiene, usar los utensilios aparte, convivir con la enfermedad».
Ramírez sostuvo que «lo peor que hay es generar miedo. Se resiente la obra pública pero hay que cuidar la salud». De hecho, el intendente advirtió que «vamos a una restricción total» debido a que observó el fin de semana que en la costanera muchísima gente se reunió sin ningún tipo de medidas de restricción y hasta compartiendo mates. «Vamos a cerrar actividades comerciales que no queremos cerrar, por unos irresponsables» y dio un dato muy concreto: «el año pasado a esta altura no teníamos ni un caso» ya que en 2020 el primer positivo se dio el 27 de junio.
Foto Veo Noticias – Federico Zabala