No suelen ser las escuelas los lugares de contagio si no estaríamos hablando de una debacle sanitaria. En realidad, alumnos o docentes se contagian fuera y a veces lo saben antes o después de los síntomas y la posibilidad de contagiar.
Un caso positivo con un estudiante de la Escuela Técnico Profesional Eudocio Giménez activó el protocolo de burbuja aislada, por lo cual diez alumnos y tres docentes deberán permanecer aislados.
De hecho, hay muchos grupos armados, lo que genera menor contagiosidad cuantitativa en caso de que ocurra. Son 45 burbujas o grupos dentro de la institución. Indudablemente que las burbujas son falibles porque quienes están dentro -alumnos y docentes- luego tienen contactos fuera de la escuela, e incluso los educadores trabajan en otras instituciones educativas, lo que amplía el riesgo de contagios.
Al respecto, el Prof. Héctor Yasparra, director del establecimiento, mencionó: «La escuela cuenta con cursos con muchos chicos y la nueva modalidad de división permite un trabajo más personalizado con la educación, además de proteger a los integrantes y disminuir la posibilidad de ampliación de los contagios si estos ocurriesen».