Este viernes hubo nuevamente incidentes en el pabellón 2 de la cárcel como ya informamos en otra noticia.
El pasado miércoles había habido graves disturbios en ese mismo sitio y la particularidad había sido que un video se viralizó en la cual se muestra la acción de las fuerzas de seguridad y de choque del Servicio Penitenciario.
Gran cantidad de medios provinciales, locales e incluso nacionales lo tomaron, lo subieron a youtube, a redes sociales y lo utilizaron para ilustrar el desorden que reinó a las 18 del miércoles en la cárcel.
Pero ese video, trajo cola… Al haber trascendido tanto y al tratarse de una acción propia y puntual de las fuerzas de seguridad en acción, Asuntos Internos intervino, consiguió dar con el autor de la filmación y le iniciaron un sumario administrativo al empleado por supuestos incumplimientos de deberes de funcionario público y falta a la ética profesional ya que no está permitido que los trabajadores carcelarios en este caso, saquen fotos o filmen su actividad por distintas cuestiones, entre otras, de seguridad.
Todavía no se definía qué sanción recibirá el agente, que es de Santa Fe y trabaja en el sector sur de la Unidad 1, puede ser un apercibimiento, un sumario administrativo que le complique ascensos y hasta una disponibilidad. Apelamos al sentido común teniendo en cuenta que hace un año y medio casi que estos trabajadores están no solo luchando contra la rebeldía de los presos, sino contra la pandemia, sin vacuna a la vista y con mucha belicosidad producto del hacinamiento y la falta de visitas para los reos.
De todos modos, si bien no se puede anunciar públicamente, hay mucho malestar entre pares porque si bien la reglamentación existe y hay que cumplirla, también hay otras cuestiones que no se observan tan celosamente como cuando un «soldado» se equivoca, comete un error, una omisión o una falta.
No se discute que por cuestiones de seguridad no pueden divulgarse esas imágenes, pero tampoco estaba establecido que quien las dio a conocer a los medios y o periodistas haya sido el propio empleado e incluso se menciona la existencia de otros videos que al no trascender, no generaron nada en particular.
Lo que también es indiscutible es que los presos, según la reglamentación vigente ya que hay tanto celo para eso, no deben tener teléfonos, ni tablets, ni notebooks ni nada que les permita comunicarse sin control hacia el exterior. Está comprobado que ha habido estafas, delitos informáticos, amenazas, órdenes que los presos daban aún estando encerrados cuando lo que busca la privación de la libertad es sacarlos del delito. Más allá de que aducen de que sacar los aparatos sería levantar motines, la solución sería un sistema de comunicación hacia afuera que pueda ser controlado y monitoreado.
Existe entonces un doble mensaje de ética encendida por un lado y de mirar para otro lado desde los demás actores sociales presentes dentro de un presidio ante la misma acción: el uso de teléfonos.
También es de una verdad ineludible que ante una fuga debería aceitarse un mecanismo que incluya a los medios de comunicación, con información oficial, para mostrar los rostros de los evadidos y dar a conocer sus identidades, ya que hablamos de cuestiones de seguridad y de mantener a salvo a la población. Eso, si no fuera porque los periodistas se arriesgan a publicar y mostrar y averiguar, nunca ocurrió…