Entre 500 y 600 personas son escaneadas en la Cárcel de Coronda desde la puesta en marcha del sistema de control y prevención. Todo tipo de elementos pudo ser secuestrado y del mismo modo hay que pensar que ha inhibido el ingreso de cosas aun dentro de los cuerpos de las personas como solía pasar antes y era difícil de detectar.
Recordemos que el sistema permite hallar en cualquier parte del cuerpo algún elemento que no se corresponda con él.
En las primeras semanas de controles, el sistema permitió detectar a gente que quería entrar a los penales con objetos electrónicos, elementos punzantes, estupefacientes y hasta llaves para abrir esposas. La nueva medida provocó protestas tanto en los visitantes como dentro de los pabellones.
Primero fue en la cárcel de Las Flores donde hubo hasta incidentes producto de las protestas de presos -hay muchos adictos-, luego se implementó en la Cárcel de Coronda y esta o la semana que viene se hará en Piñero.
El director del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe, Gabriel Leegstra, explicó el sitio web Aire de Santa Fe, que los scanners empezaron a funcionar progresivamente en las cárceles en base a dos cuestiones: en primer lugar, el tiempo que demandó la colocación de los equipos en cada unidad, y luego la habilitación de la Dirección de Radiofísica, dependiente del Ministerio de Salud, tras verificarse que el body scanner no era nocivo para las personas ya que utiliza Rayos X para poder observar bajo la ropa o la piel.
«Se fueron poniendo en funcionamiento en forma progresiva, pasando pocas personas primero, y hoy ya en Las Flores y Coronda está pasando la totalidad de la visita y la totalidad del personal penitenciario, por los tres scanners», indicó.
«Se han secuestrado distintos elementos, fundamentalmente algunos que tienen que ver con electrónica: teléfonos celulares, cargadores, algunos chips, relojes smart, también algunos elementos punzantes, una sierra en la cárcel de Las Flores, estupefacientes, hasta ahora esos son los elementos más comunes. El viernes se detectó una llave para abrir esposas», detalló Leegstra. Toda la información detectada queda almacenada en los equipos, en caso de ser necesaria para posibles investigaciones.
El funcionario evaluó que hasta el momento el balance del nuevo sistema de control es «satisfactorio» y eso se percibe también en las reacciones que causó, no solo en las visitas sino también en la población penal. «En las visitas vemos que vienen, ven que están pasando por los scanners y mucha gente se vuelve. Entendemos que es porque traen algo prohibido y no quieren que se lo detecten», consideró.