Este jueves agentes de Delitos Ambientales de la Agencia de Investigación Criminal recibieron de manera voluntaria un cachorro de puma que una allegada al dueño de la reserva tenía en su propio domicilio en Barrio Caima.
Es que las fuerzas de seguridad hicieron un procedimiento en la casa del hombre, que es fuertemente apoyado por la comunidad de Desvío Arijón, pero que fue encausado luego de mostrar un arma de fuego en la vía pública con la cual amenazó quitarse la vida el miércoles.
La AIC, además del animalito, encontró jaulas trampas que pertenecerían a la granja Arca de Noé que fueron entregadas de buena voluntad por las personas residentes en el lugar.
Según cita el diario El Litoral: «Se trata de un ejemplar macho, pelaje marrón claro con manchas oscuras, de 45 cms. de altura, en evidente buen estado, el cual se encontraba suelto dentro de la vivienda (debajo de la mesada de una cocina) al arribo del personal. Con los recaudos del caso el animal fue secuestrado y trasladado a sede policial donde luego personal de Medio Ambiente lo trasladó a la granja La Esmeralda».
Además cabe destacar que «desde el interior del predio, se encontraba una jaula trampa de material metálico, con rueda de plástico y enganche para ser remolcado, en condición de uso, activa y lista para ser disparada ya que contaba con cebo en su interior y una puerta con sistema guillotina».
Mientras tanto, este jueves hubo una reunión entre una treintena de vecinos de Desvío Arijón en la plaza principal para generar una logística que permita ayudar al hombre, a los animales que pudieran haber quedado en la granja y determinar acciones a seguir para lo cual se están asesorando con una profesional corondina.
Este viernes iba a haber otra reunión. La idea es intentar ayudar al protector que fue internado y al mismo tiempo está a disposición de la Justicia por supuesta tenencia indebida de arma de fuego y resistencia a la autoridad y ver cómo se podría hacer para que no se pierda todo lo realizado hasta aquí por este vecino.
LO QUE DICE LA LEY
El artículo 25 de la Ley Nacional N° 22.421 de Conservación de la Fauna prohíbe la caza de animales silvestres cuya captura o comercialización estuviera prohibida por la ley, por lo que la tenencia como mascotas de esta clase de animales se encuentra asimismo vedada. Distintas leyes provinciales siguen este criterio respecto de la fauna silvestre local estableciendo sanciones como multas y decomiso de los animales.
La República Argentina ha suscripto y ratificado mediante la Ley N° 22.344 la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Se trata de un acuerdo internacional cuya finalidad es cuidar que el comercio internacional de animales y plantas silvestres no implique una amenaza para su supervivencia.