Una mujer fue sorprendida por la policía en Rosario cuando circulaba en moto con una importante cantidad de cocaína y un arma de fuego.
Lo sorpresivo fue que, al verse sumamente comprometida por esa situación, se quebró anímicamente y en medio de una crisis de llanto admitió que un recluso de la cárcel de Coronda lo obligaba mediante amenazas de muerte a trabajar de dealer, llevando droga de un lugar a otro.
Todo sucedió en la zona de Barra y Garay, en la zona sudoeste de Rosario, cuando policías que realizaban tareas de vigilancia en la zona detuvieron la marcha de una mujer que conducía una moto. Según fuentes policiales, cuando los uniformados comenzaron a realizar las preguntas de rigor, la mujer rompió en llanto y le contó a los policías el drama que vive desde hace un tiempo.
De acuerdo a voceros oficiales, la mujer manifestó que un interno de la cárcel de Coronda le hacía llegar, a través de una tercera persona, droga a su casa para que procediera a la distribución a cambio de dinero. La mujer declaró que el recluso la había amenazado de muerte porque ella en un primer momento se negaba a realizar ese trabajo.
Así las cosas, la policía encontró en poder de la mujer casi 800 envoltorios y un trozo compacto de cocaína, un revólver calibre 38 marca “Smith & Wesson” y cuatro balas calibre 9 milímetros. Por el momento, la mujer quedó detenida a disposición del Tribunal Federal en turno y será indagada por tráfico y venta de estupefacientes.
De todos modos hasta el momento al menos no hubo oficios librados hacia la cárcel de nuestra ciudad, según pudo averiguar Periódico Corondino Web.