El pasado 7 de setiembre se jugaron en cancha de Barrio Policial, los partidos entre Alba Juniors como local y La Pepita, en las cinco divisiones inferiores de la Liga Galvense.
Lamentablemente viene pasando seguido, por alguna razón la violencia asoma y a veces de manera inusitada, ya sea desde afuera como desde adentro de los campos de juego.
En este caso, hubo una serie de quejas post partidos en cuanto a insultos desmedidos desde las cercanías a jugadores, posibles golpes a padres y a menores pero en concreto el centro del conflicto se dio cuando finalizó el partido de la cuarta que terminó 1 a 0 para los azules con gol de Yamir Fernández.
Más allá de todos los comentarios que andan dando vueltas, el Tribunal de Disciplinas de la Liga se basó obviamente que en el informe del árbitro y además habría recibido algunas filmaciones sobre lo ocurrido tras ese cotejo en particular.
Lo que el juez Martínez indicó es que tres jugadores de La Pepita, equipo visitante, lo habrían atacado de manera excesiva, dos con sendos golpes de puño en su oreja derecha y uno por patear una pelota hacia el cuerpo del referí.
Las consecuencias de estas conductas ratificadas por la sanción que hace el tribunal liguista fueron muy duras, como ya ha pasado en otras ocasiones: el expediente 22 establece sobre uno de los chicos de La Pepita que “al término del partido se le acerca al árbitro Martínez y le aplica un golpe de puño a la altura de la oreja derecha, sin causar lesión aparente”. Sobre otro pibe de La Pepa, informa que “al término del partido se le acerca al árbitro y le aplica un golpe de puño a la altura de la oreja derecha luego de que su compañero de equipo también había agredido de la misma forma al árbitro, sin causar lesión aparente”.
Y sobre el tercer jugador albiceleste el fallo indica que “fue Expulsado por patear el balón contra el árbitro pegándole al mismo”. Las sanciones fueron durísimas, un año y medio -18 meses- para los dos primeros jugadores y 10 partidos para el tercero, en referencia a adolescentes categorías 2009 y 2010, o sea de 14 y o 15 años.
No es la primera vez que se dan estas penas a los jugadores de inferiores, y en varios casos, según lo que ha podido recabar este medio como información, buscan que las penas se bajen o quiten pero sin suerte no dando validez ni lugar a los descargos que por reglamento corresponden.
Un pedido colectivo pero no institucionalizado todavía, es que la actuación de los árbitros también sea auditada, felicitada o sancionada según corresponda, porque ante el informe del juez no existe manera de refutación o rectificación, por ejemplo.