En estos días los 3.261 postulantes que aprobaron el examen de conocimientos están preparando una carpeta con una serie de papeles de todo tipo para entregar entre el 26 y el 30 de octubre, según el listado alfabético en el que estén.
Además de esos diez ítems, para poder rendir el examen físico en noviembre -día aún a designar- deberán enviar al mail del Servicio Penitenciario el certificado de aptitud física que incluye un electrocardiograma y una ergometría.
Por lo primero no habría demasiados inconvenientes más allá de que, por ejemplo en Coronda hay 524 aptos y esto conlleva a que las solicitudes de turnos se acrecientan de manera exponencial, pero en cuanto a las ergometrías se había determinado en un primer momento que no se harían en Coronda.
Esto llevó a que ya algunos aspirantes tuvieran que viajar a otras ciudades a hacerse esta práctica que consiste en una medición a través de una bicicleta electrónica, del funcionamiento cardiorrespiratorio en situación de esfuerzo.
La palabra desde el Sanatorio
Precisamente, y ante este último detalle, el Dr. Eduardo Llahyah, titular del Grupo de la Costa S.A. y del Sanatorio San Jerónimo, manifestó que «en pleno Covid con todos aislamientos, protecciones que hay, cuando vamos al supermercado o a los consultorios donde la gente se quejaba por la cantidad de personas, te llenan de alcohol, te toman la temperatura, y se sale una medida de éstas que es para pensar si es de tanto apuro» y explicó que «si la persona se va a hacer una ergometría, que es como salir a correr al lado de otro, el profesional, absorbe su respiración, su transpiración, los aparatos se limpian perfectamente pero algo más de riesgo va a haber. Qué apuro había… se podría haber esperado».
Luego, el facultativo indicó: «Si hubiera 10 por día tardaríamos dos meses, fue una discusión intensa del sí o no. La gente si no, se tenía que ir a centros asistenciales de Rosario o Santa Fe, y el riesgo volvía, podían traer el virus, entonces lo vamos a hacer acá con algunas precauciones mayoritarias».
Ante esto, Llahyah manifestó que «vamos a cambiar de lugar el salón de las ergometrías, vamos a buscar un lugar más amplio, no habitual, más ventilado, aunque se vea, tomar la precaución de que el profesional que lo hace asuma el riesgo, que ponga el granito de arena, al igual que el paciente, que no sería tal, porque es una persona que se hace un chequeo por una situación donde le exigen para un trabajo ver cómo está su aparato cardio circulatorio ante un esfuerzo».
En cuanto a los turnos, este jueves se daría a conocer el organigrama de turnos, cantidad por día, costos, horarios y demás, y ante eso, el médico sostuvo que «el tema de los turnos lo estamos organizando con el equipo de trabajo, el lugar donde lo hacíamos está equipado pero no es amplio, ante eso hay una difusión de transpiración y respiración hacia el profesional, el virus se puede quedar estancado en algún lado, pese a todas las medidas».
Y en cuanto a las personas -aspirantes al SP- que decidan hacer el estudio aquí «sepa a lo que se arriesga, y que haga un consentimiento informado y firmado la persona que va a testearse sobre el riesgo potencial existente» y agregó que «cuando alguien va al bioquímico, por ejemplo, hay una distancia pero no hay ejercicio físico, no hay respiración voluptuosa, no hay transpiración ni siquiera sudoración de manos apoyada sobre elemento metálico, cosa que puede durar muchas horas con el virus impregnado» y ahí es donde se amplían los riesgos de contagio de Covid19.
De todos modos, Llahyah afirmó que «nosotros ya estamos decididos a realizarlo, se va a analizar la cantidad de gente, velocidad de desinfección entre uno y otro, con los profesionales adecuados. Si el Ministerio de Salud de la Provincia autorizó esto habrá menos peligro… Pero es difícil el contexto» pero «si fuese necesario vamos a poner la firma para pedir que den más tiempo».