“A veces la vida nos pone pruebas duras en el camino” dice la frase de esta valiente joven que siempre se mantuvo firme cuando en circunstancias similares en otros casos puede no ocurrir así y por situaciones menores.
Muertes, deudas, accidentes, enfermedades repentinas. Sin embargo, en muchos casos hay parejas que se rompen porque el que “tiene que hacer el aguante” no lo soporta, por distintas circunstancias.
En este caso, y a pesar de que su novio cayó en desgracia, jamás lo dejó de lado, todo lo contrario… “A veces la vida nos pone pruebas duras en el camino, que cuesta entender y nos preguntamos por qué a personas buenas les pasan cosas no tan buenas o malas” contó Carolina Correa, pareja de Juan Pablo Rivero.
Y sobre la sentencia que estableció 9 años de prisión por el caso Arri, Caro se manifestó públicamente: “En este caso a alguien había que culpar para callar a una parte de la sociedad que buscó sí o sí encontrar el responsable de lo que fue no más que un accidente. Una parte de la sociedad que jugó sucio hablando con políticos y altos funcionarios para que les hagan favores; que fue y es ciega no queriendo ver cosas tan obvias como las que muestra un video”.
Más adelante, la joven siguió reflexionando: “Ahora, yo sigo preguntándome el porqué. ¿Por qué arruinar la vida de una persona a cualquier precio? Si bien se perdió una vida y lo lamentamos profundamente, nadie quiso, ni buscó ese final. Si querían justicia por qué entonces inician aparte un juicio civil contra los chicos por millones de pesos? Una locura. ¿De qué pedido de justicia hablamos?”.
Trascendió desde otras fuentes que el juicio civil no bajaría de los 6 millones de pesos el pedido de resarcimiento por la muerte del muchacho de Gálvez.
Y desde el punto de vista humano, Carolina afirmó lo que todos vieron: “Por otro lado, ¿cómo no acompañar al amor de mi vida? A mi otra mitad… A mi gran compañero. Aquel con el que hemos soñado un futuro juntos y el cual me resisto a perder” y agregó: “Sé que Dios le pone pruebas difíciles a sus mejores guerreros y que todo tiene un propósito. Este no es el fin, seguiremos luchando hasta que se haga realmente justicia y Pali salga en libertad, porque si de algo no hay dudas es de su inocencia y de que es una excelente persona incapaz de hacerle daño a alguien”.
“Dios es grande y falta poco, y para quienes hicieron daño también tendrán su recompensa porque nadie se va de esta vida sin pagar lo malo que ha hecho” para finalizar declarando su amor a alguien que está bastante lejos de tener un perfil de asesino, permítannos esta subjetividad que es sólo una opinión de nuestra parte respetando lo que otros afirman que es que la culpabilidad existió.
En cuanto a la parte judicial, Carolina contó que se deberá analizar el fundamento del juez para dar la sentencia y en base a eso se trabajará con los Doctores Oroño para apelar la pena de 9 años, buscando una baja y teniendo en cuenta que desde el 8 de diciembre de 2017 que está preso, o sea, más de tres años cumplidos de esos 9.
Los jueces tienen hasta diez días para darlo a conocer a las defensas y a la Fiscalía del Ministerio Público de la Acusación, por lo cual la condena no está firme todavía.
“Soy inocente pero sé que voy a ser condenado” repitió una y otra vez a su familia el joven Rivero, una declaración poco usual antes de un veredicto y que al menos en una parte se convirtió en realidad.