Ante la situación que se vivió en todo el país en la opinión pública en relación a haber encontrado sana y salva a la pequeña de 7 años, parece que re asomó el hecho de que muchos niños viven en la miseria, directamente y ha calado muy hondo en la ciudadanía.
Coronda tiene una alta tradición solidaria. Desde lo individual y desde lo institucional. Eso hay que reafirmarlo y sostenerlo.
Entre varias opiniones que se conocieron en las redes sociales, una resultó más que interesante, reflotando casualmente una idea de la AS Miriam Abud durante la gestión de Juan Carlos Naón, en la cual había un registro de padrinos para niños con problemas económicos, que servia para ayudarlos a comprar útiles escolares, sobre todo.
Lamentablemente esa idea fue cayendo en desuso y sólo en el comienzo tuvo asidero.
María Cristina Santa Cruz es docente y empleada municipal jubilada, y ante lo ocurrido con la niña hallada en Luján, mencionó: «Hoy estamos sensibilizados por lo que pasó con M. porque nos tira a la cara el tema de la inequidad (que seguramente no es culpa nuestra). Me pregunto entonces… ¿No podemos apadrinar, aunque solo sea, a un niño para que tenga remedios, útiles, ropa y lo que necesiten para salir adelante?» reflotando lo que tenía aquel proyecto como intención.
«Comida tienen en los comedores, merenderos e incluso en sus casas gracias a la AUH, IFE y otros planes. Pero comer les permitirá subsistir… sólo eso… No hablo de dar dinero sino que si su seño o un médico le pide materiales se los podamos proveer…Tampoco de hacernos cargo de la administración de todo esto pero podríamos decirle al intendente que somos un grupo de gente dispuesto a ayudar» continuó Cristina.
«A uno o dos según la capacidad de cada uno le podemos cambiar la vida. Lo bueno sería que las maestras nos digan cuáles son las familias económicamente vulnerables que se pueden rescatar. No sería solución ayudar a uno y dejar sus hermanitos en desigualdad». Luego Ileana Albornoz, quien trabajó mucho tiempo con Abud, reconoció que la idea existió y que hasta se había puesto en práctica años atrás.
Por ende, queda abierta la posibilidad de que alguien lo oficialice y realmente ayudemos no sólo con opiniones a los que más nos necesitan, especialmente los niños, que aunque vivan en el marco de una familia pobre, todavía deben tener muchas chances de tener un mejor futuro a partir de un justo presente.