La nuestra es una ciudad paradójica y esa contradicción suele notarse más en fechas como éstas. El nombre de Coronda deviene de un cacique y una tribu que habitó esta zona hace unos 400 años en la denominada Nación Corondá pero salvo el nombre y el segundo y definitivo escudo de Coronda, poco y nada quedó en lugares públicos como para saber nuestros orígenes.
El cronista de Pedro de Mendoza, llamado Ulrico Schmidl, relató su encuentro con el pueblo originario: «Así, pues, partimos del puerto Bon Esperainso con los dichos 8 navíos parckhadienes, y el primer día, a las 4 leguas de camino, llegamos a una nación. Ellos se mantienen de carne y pescado, son fuertes de 12.000 hombres, todos aptos para la pelea. Esta nación se parece a la anterior, es decir, a los tiembú, usan estrellitas en las narices, y son bien formados de cuerpo; las mujeres son horrorosas, viejas y mozas, con las caras arañadas y siempre ensangrentadas; visten, como los tiembú, un corto paño de algodón que las cubre del ombligo a las rodillas, como ya se dijo antes. Estos indios tienen gran copia de pieles de nutria; muchas cannaon o esquifes. Ellos se compartieron con nosotros de su pobreza, como ser, carne, pescado; nosotros les dimos abalorios, rosarios, espejos, peines, cuchillos; 2 días permanecimos con ellos, y nos dieron 2 carios cautivos que eran de ellos: éstos deberían servirnos de baqueanos y ayudarnos con la lengua (…) mas se hallan a unas 30 millas de camino de los carendes; hablan una sola lengua con los tiembú y carendes«.
Sin embargo, pese al nombre que tiene la ciudad, en ningún lugar hay un monumento o monolito oficial, se intentó con un tronco tallado en la Plaza Urquiza pero se desvaneció por su exposición al medio ambiente, el Rotary Club elaboró lo que luego fue la Ordenanza 600 que prevé la construcción de un monumento pero nunca se hizo.
El 18 de Enero de 2011 el gobierno de la provincia de Santa Fe inscribió a la Comunidad Aborigen Corunda o Corondá de etnia corundí en el Registro Especial de Comunidades Aborígenes del Instituto Provincial de Aborígenes Santafesinos-, reconociéndola como persona jurídica., siendo primero su cacique don Cipriano «Colo» Ñañe, hasta su muerte en 2012, y luego Claudio Ñañe, uno de sus hijos.
Justamente, e independientemente de por qué se los acepta más o menos, el actual líder de estos descendientes étnicos de los originarios, habló de este 28 de marzo y dio una versión que también hay que respetar: «No es un día de festejo para nosotros, es un día de luto, de duelo. Cuando este hombre toma posesión sobre Coronda había caído la Nación Corondá. No se festeja la caída de la nación de un pueblo. Los corondinos lo hacen porque ellos ganaron. Nosotros estamos acá mendigando un pedacito de tierra. Cayó nuestra nación y no podemos festejar» explicó Ñañe quien también había dicho en su oportunidad que el propio Melchor Martínez se había ganado la confianza de los corondás y posteriormente literalmente los entregó, revelando la logística y muchos secretos de este pueblo que en poco tiempo desapareció de la faz de la tierra.
A partir de 2004 comenzaron excavaciones en Barrio Basualdo, Campo Acerbi en Arocena sobre todo, buscando esqueletos y otros testimonios, lo mismo que ocurrió durante muchos años cuando corondinos que iban a las islas hallaban cacharros y otros elementos pero no los cuidaron.