Lamentablemente, el nombre de Coronda trasciende las fronteras del país y no por algo bueno, sino por un duro recuerdo de muchas personas -independientemente de cualquier ideología-.
Este viernes 29 de abril se presentó en Santiago de Chile el Libro «Del otro lado de la Mirilla», escrito por ex presos políticos que estuvieron detenidos en la cárcel de nuestra ciudad en un lapso de cinco años.
En este caso fue en el Museo de la Memoria de la capital chilena donde se hizo la presentación, a cargo del grupo Periscopio que perdió hace unos días a uno de sus principales miembros: Victorio Paulón.
«Del otro lado de la mirilla – Olvidos y memorias de ex-presos políticos de Coronda 1974-1979, un libro con relatos testimoniales escritos por ex presos políticos argentinos, sobre una prisión trasandina donde en la época también hubo prisioneros chilenos» indica el sitio El Mostrador de Santiago. Valga aclarar que para los chilenos, los trasandinos, somos los argentinos.
«El evento contó con un panel integrado por Hugo Borgert (detenido en Santa Fe y trasladado a la cárcel de Coronda desde 1975 hasta 1982), Raúl Abarca Álvarez (chileno detenido en Rosario, Argentina, trasladado a la cárcel de Coronda, y posteriormente exiliado a Suecia), y Diego Ortolani (hijo de Luis Ortolani, detenido en Rosario y trasladado a la cárcel de Coronda desde 1975 hasta 1983)».
Hace 19 años se presentó la primera edición. En marzo del año pasado se dio a conocer la tercera, actualizada con un nuevo prólogo, un capítulo final sobre el juicio a los comandantes de Gendarmería que dirigieron la cárcel durante la dictadura y un cuadernillo de dibujos y fotos.
«El Periscopio reúne a ex presos de ese macabro penal dictatorial» indican en su presentación de entonces donde se agregaron 3000 ejemplares.
En marzo 2020 se publicó en Suiza la traducción al francés de Del otro lado de la Mirilla, bajo el título de Ni fous ni morts (Ni locos ni muertos), de amplia difusión en la Europa francófona. El Periscopio se constituyó en parte acusadora en el proceso jurídico que culminó el 11 de mayo del 2018 con la sentencia de los dos gendarmes.
Lo más importante es que los ex directores de Coronda fueron sentenciados a 22 y 17 años de prisión por crímenes de Lesa Humanidad.
LA RECORDADA CONDENA
Se trata de los exfuncionarios de Gendarmería, Juan Ángel Domínguez (76) y Adolfo Kushidonchi (78), los cuales fueron juzgados por los homicidios de Luis Alberto Hormaeche y Raúl San Martín y por una serie de «tormentos agravados» sufridos por unas 39 personas que estuvieron alojadas en el establecimiento penitenciario.
El dictamen condenatorio estuvo a cargo del tribunal de jueces camaristas, María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Luciano Lauría los cuales impusieron una pena de 17 años de pena para Domínguez por ser responsable de los delitos de «tormento agravado por tratarse de perseguidos políticos» en perjuicio de 39 personas, y por «tormento doblemente agravado por tratarse de un perseguido político y por resultar la muerte de la persona, en perjuicio de Hormaeche».
Por su parte, a Kushidonchi se le impuso la misma condena por los tormentos sufridos de parte de las 39 personas, pero por la muerte de San Martín.
Recordemos que este jefe, era conocido como «El Japonés» y vivió en Coronda durante un tiempo en un domicilio de calle España, en cercanías de la Jefatura.
El debate tuvo su inicio el pasado 14 de diciembre del 2017 y contó con la participación del fiscal general, Martín Suárez Faisal, y los abogados querellantes, Lucila Puyol y Guillermo Munné. Mientras que por la defensa estuvieron Claudio Torres Del Sel por Domínguez y Guillermo Morales, por Kushidonchi. En el proceso pasaron más de 70 testigos, entre ellos estuvieron víctimas, familiares de víctimas y otras personas que estuvieron alojadas en el penal.
Los dos imputados llegaron bajo la medida cautelar de prisión domiciliaria pero Dominguez, debido a sus condiciones de salud, permaneció en Salta, donde reside, y estuvo en el juicio de manera virtual. En tanto, Kushidonchi -con residencia en Moreno, provincia de Buenos Aires- fue quien permaneció en la sala a lo largo del debate y en sus últimas palabras al tribunal negó todos los cargos que se le atribuyeron.
Por su parte, la causa elevada a juicio por el fiscal de instrucción, Walter Rodríguez, también tenía imputado a otro excomandante, Octavio Zirone, quien falleció en 2014 en la provincia de Buenos Aires.
Para los investigadores del caso, los tres acusados fueron quienes formaron parte de una organización que se abocó bajo un plan sistemático a la «eliminación física o neutralización ideológica de los opositores políticos» al régimen dictatorial que tuvo el país entre 1976 y 1983.
Domínguez llegó a estar a cargo del penal de Coronda entre el 8 de febrero de 1977 hasta el 27 de marzo de ese año. Seguidamente, el mismo volvió a comandar la institución entre el 18 de noviembre de 1977 y el 1 de febrero de 1978. En ese último mandato fue cuando terminó siendo asesinado Hormaeche.
La investigación también detectó que Kushidonchi cubrió el cargo de jefe de la cárcel desde 1977 hasta 1979, período donde también falleció San Martín.
La pena impuesta por el tribunal fue inferior a la que solicitó en su alegato el fiscal general Suárez Faisal que había pedido una condena de 20 años de prisión. De todas maneras, el fallo judicial sí dio el aval en la calificación jurídica para sentenciar a los dos excomandantes.
Por su parte, el fallo tampoco hizo lugar al monto que había requerido la querella del caso que era reclusión perpetua.