Así como es menester que los usuarios estén atendidos con prontitud y esmero, del mismo modo desde el otro lado del mostrador hay sectores de servicios que están a la espera de lo que puede deparar un país tan inestable como el nuestro.
Con este panorama está el transporte público de pasajeros, ya que si bien hubo dos aumentos en 2023, no es suficiente para equilibrar la balanza financiera.
Ahora con paritaria de por medio, lo que precisan las empresas que operan en la provincia es que los subsidios se distribuyan con mayor equidad –Amba recibe el 85% y el resto del país, el 15 restante- aunque también hay que decirlo: si no fuera por esos subsidios que siguen siendo cortos, en vez de costar unos 200 pesos, el transporte de pasajeros urbano por ejemplo se elevaría a casi 800 pesos cada viaje.
La gerenta de Tata Rápido, Lilián Garnicas, aclaró a los colegas de IRE Regional que “el desfasaje ronda el 50%” y si continúa así “no podremos sostener las frecuencias”, lo que obligaría a sacar horarios.
«No alcanza la plata. La tarifa puede estar a un precio muy alto para la gente pero muy bajo para nosotros, exorbitantemente diferente con respecto a la AMBA en Buenos Aires, es lo que hace que todos estemos en un contexto de conflicto, pero todos tenemos razón» inició su diálogo con IRE.
Y avanzó: «Lo cierto es que todo aumentó. La última vez que nosotros tuvimos un aumento de subsidios fue por parte de la provincia y en agosto. Todos sabemos lo que pasó después de las Paso presidenciales».
Lo que ahora está solicitando es una mesa de diálogo conjunta con las cámaras del norte y sur de UTA, con la Secretaría de Transporte y que se analice toda la coyuntura que incluye inflación, escasez de combustibles y precios dolarizados de repuestos.
De hecho, Garnicas dijo que «podríamos bajar las frecuencias» y remarcó que no es una decisión que quieran tomar sino que corresponde a que «va a llegar un momento que no vamos a tener para pagar» por lo que consideran que debería haber un aumento de por lo menos otro 50% para equiparar entradas y salidas de fondos.
La empresaria manifestó al medio colega también que «en este contexto conflictivo, el usuario tiene razón y nosotros tenemos razón. Pero partamos de la base donde hay un problema de raíz y es que si estamos en una economía donde el poder político decide los subsidios, y creo que es muy respetable, el problema está en la disparidad en que se asignan esos subsidios» aclarando una vez más que están en una situación límite.