El 15 de setiembre de 1964 nacía un emprendimiento que desde anoche se convirtió en el legado definitivo de una pareja que apostó siempre por Coronda y por el buen paladar de la gente que durante más de medio siglo llegó de todos lados para visitar Ro-San.
Exactamente, ese día Rosa y Santiago Nasta dieron origen a una parrilla que le dio la bienvenida a la recuperación de categoría de ciudad a Coronda, al poco tiempo de haber surgido Ro-San.
El paso del tiempo trajo aparejada la llegada de cada vez más gente que le daba a este restaurante la categoría de atracción turística y culinaria. A los años la familia se fue sumando y el emprendimiento de los Nasta se consolidó hasta el día de hoy.
Sin embargo, este jueves por la noche una tristísima noticia conmovió a Coronda: don Santiago Nasta, hombre fundamental en la historia de la parrilla, partió a reencontrarse con Rosa y con Juan Carlos, y pasó a convertirse de este modo en otro de los grandes personajes urbanos de la historia de Coronda.
Don Santiago había cumplido 97 años el pasado 7 de enero, y hasta no hace mucho tiempo seguía colaborando en el lugar que toda la ciudadanía le conoció como segundo hogar. Luego sus problemas de salud lo fueron alejando.
Se extrañará el saludo a todos los automovilistas que por la Ruta 11 le tocaban bocina o le levantaban la mano mientras don Santiago, con la amabilidad de siempre, devolvía con gran simpatía.
Sus restos eran velados en Sentir Carruajes, Rivadavia 1729, y llevados al Cementerio Municipal a las 17 horas de este viernes. Un gran abrazo para este buen hombre, hincha de Independiente, corondino y sinónimo de un local que ya más que un negocio de comidas se convirtió en parte de la historia moderna de la ciudad.
Desde aquí nuestro respeto de siempre para toda su familia.