Esta inédita encuesta fue contestada por 137 mujeres empleadas de las fuerzas de seguridad, entre junio y agosto de este año. De ellas, 102 dieron sus nombres y datos personales. La mayoría de las mujeres sondeadas tienen entre 31 y 40 años -85-, fueron 31 de 41 a 50 años, 19 entre 20 y 30 y 1 mayor de 50 años.
Sobre si sufrieron algún tipo de hecho de violencia dentro de la institución, 89 dijeron que sí y 30 lo negaron. En cuanto a lo que soportaron, 56 sufrieron mobbing –acoso laboral-, 30 violencia psicológica, 18 de ellas adujo haber sido acosada sexualmente, 9 simbólica, 10 discriminación, 10 discriminación por maternidad.
En cuanto al afuera de la institución, 63 dicen haber sufrido, 61 no, 6 no contestaron y 15 no especificó. Entre las que comentaron, 2 dicen haber sufrido violencia económica, 37 violencia psicológica, 6 física, 6 sexual, 3 simbólica, y 18 doméstica.
Sobre denuncias formalizadas, 10 no contestaron, 81 no lo hicieron por vergüenza, miedo, corta edad, porque no le iban a creer y falta de recursos. Un grupo determina que 21 denuncias no avanzaron por falta de pruebas, que hubo 2 medidas de distancia determinadas, 11 denuncias en la comisaría de la mujer, e incluso 3 lo hicieron en el Ministerio de Género sin respuestas todavía. En 4 casos aseguraron que o las suspendieron o trasladaron a la denunciante.
Les preguntaron si vieron algún cambio respecto a los derechos de las mujeres dentro de la institución: 58 dijo que sí, muy poco 28, no 33 y 9 no contestó nada. Sobre el tipo de tareas que realiza, 41 cumplen rol administrativo, 70 operativo y 22 específica. Si pudo realizar cursos, 75 lo hizo y 35 no.
Las mujeres empleadas manifestaron en su gran mayoría que realizaron actividades propuestas por la red y la capacitación obligatoria de Ley Micaela. El 56% de las encuestadas vive en la localidad donde trabaja, del 44% que no, 67,3% hace menos de 50 kilómetros para llegar, 8,9% entre 50 y 100 y el 23,8% recorre más de 100 kilómetros.
El 13,8% manifestó tener hijos con algún tipo de discapacidad. Siendo madres mejoró algo: lograron ascensos el 69,3% cuando antes era un 27,1%. También siendo madres, 58 de 98 solamente pudieron obtener el permiso para amamantar. Incluso el día femenino también fue negado a varias.
En cuanto a carpetas psicológicas, casi la mitad, 64 de 133 la pidieron. Hace tres años era un poco menos la cantidad -45,2%-.
Solamente 5 de 124 dijeron haber solicitado licencia por violencia de género, y que incluso “alguna compañera relató que cuando la pidió su jefe le dijo que si sacaba ese artículo la trasladaba, y otro le habría dicho que no porque la culpa era de ella… La mayoría desconocía el derecho.
Finalmente, sobre la resolución de las denuncias hechas por mujeres empleadas, sobre 101 respuestas, 11 casos se resolvieron a favor del imputado, 63 sin resolución, 16 consiguieron algo, y 11 dieron conocimiento a su superior sin respuesta favorable.
Desde la Red de Mujeres Policías adujeron que “las situaciones de violencia vividas por las colegas se mantienen” como así “la falta de resolución dentro del ámbito laboral como las que llegaron a la justicia”.
”Nuevamente las trabajadoras de la Seguridad pública, principalmente las integrantes de esta Red de mujeres, pusimos en marcha esta segunda encuesta y como único objetivo seguir haciendo visibles con números reales las violencias por las que atravesamos, y una búsqueda constante de soluciones”. Luego indicaron desde la Red que “vemos que a pesar de llevar más de tres años trabajando y de los logros obtenidos, aún falta información y nos cuesta mucho llegar a diversos puntos del territorio, que las compañeras no sienten confianza en concurrir a los organismos destinados a la recepción de denuncias, y las que se animaron hasta el día de la fecha no han obtenido ninguna respuesta, sienten que sus denuncias se cajonean o sus causas se archivan por falta de pruebas o por diversas causas de las que no les dieron ningún argumento, incluso varias manifestaron que fueron cambiadas de destino, que no se resuelven los conflictos laborales e incluso más de una vez escuchan la sugerencia de que no realicen denuncias o soliciten las licencias que por ley les corresponde, según las distintas situaciones de cada una, porque ponen en riesgo su actual destino y pueden ser trasladadas”.
“Seguimos pidiendo que se trate el proyecto de ley del Cipgen (Centro integral con perspectiva de género) el que comenzó a implementarse por medio de Resolución Ministerio de Seguridad N° 0898/20 y de la ex S. E.I.Y G N° 0059/20 hoy Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad, en fecha 20/07/2020, necesitamos este espacio de contención y asesoramiento exista por fuera de nuestros ámbitos laborales, como tantas veces lo hemos explicado”.
Finalmente, “estamos convencidas que esto repercutiría en una mejor calidad laboral, la problemática de género es una situación que afecta a todos los sectores sociales y las trabajadoras de la seguridad pública no están exentos como parte de la misma. Esta problemática debe ser atendida como grave, que deteriora las relaciones interpersonales y laborales como así también para el afuera. Volvemos a repetir, como vamos a dar una óptima respuesta a lo que a género respecta si nosotras mismas somos vulneradas con el mismo tipo de violencia. Para poder cuidar al débil debo estar sana en cuerpo y mente y esto en el Género Femenino dentro de la fuerza no se estaría dando”.