El Concejal Cristian Bortolotto pidió que al menos hasta que se construya un parador o terminal, los colectivos vuelvan a entrar al centro y pasar por la Plaza Urquiza donde está además la única parada a cubierto dentro del casco urbano.
Entre sus fundamentos está que «la excusa de que se rompe el pavimento no es tal, hay calles en muy mal estado y por ahí no pasan los ómnibus». De todas maneras, sí es cierto que en los lugares donde han pasado los buses se han detectado muchas rajaduras en paredes por las vibraciones que generaban.
Recordemos que la idea del intendente Ramírez es sacar definitivamente los colectivos de adentro de la ciudad una vez que esté la terminal, que podría hacerse en el espacio que hoy ocupa la RC Oil, compartiendo el predio y en un proyecto público-privado.
Ante esto, Bortolotto consideró que primero hay que planificar qué paliativos habrá para la gente que tenga que moverse lejos de sus casas para tomar un ómnibus, es decir si se incrementará la cantidad de remises -que no abundan-, o se incluirá algún otro transporte público.
Una de las cuestiones que avalarían este pedido, es que desde el Centro de Estudiantes del Instituto están recibiendo gran cantidad de solicitudes para que vuelvan a pasar por el parador de la Plaza Urquiza por cuestiones de seguridad y distancia.
Hoy con el ISP6 funcionando en el edificio de la ex Escuela Normal, un estudiante debe caminar 6 cuadras como mínimo y cuando la parada vuelva a Coronel Rodríguez, entonces serán 8. También es cierto que en Santa Fe o Rosario los que quieren tomar un colectivo en la Terminal o en una parada deben hacer hasta trasbordos en colectivos urbanos, pero en Coronda no hay.
Lamentablemente nunca con el paso de los años hubo una planificación y ejecución efectiva de las garitas, que son todas diferentes, estructuralmente mal hechas -las partes vidriadas o abiertas miran hacia adentro de la calle y no hacia el lugar de donde viene el transporte-, y dentro de la ciudad no se pudieron construir porque las veredas son angostas y porque los colectivos engancharían sus puertas con una garita techada.