La advocación mariana de Nuestra Señora de Fátima tuvo una semana muy intensa en Coronda y zona, ya que una de las 13 imágenes peregrinas existentes estuvo en los distintos templos católicos de nuestra ciudad y Arocena.
La imagen venerable proviene desde el santuario de Cova da Iria, en Fátima, Portugal y está recorriendo nuestro país en una visita necesaria en los tiempos que corren donde es menester reforzar la fe y la esperanza de las personas.
Todo comenzó el viernes 20 cuando en el ingreso a Barrio Basualdo, en Urquiza y Ruta 11, recibieron la imagen e hicieron una caravana hasta la Capilla Nuestra Señora del Huerto donde hubo misa y posterior veneración.
En la capilla San Cayetano estuvo el sábado con la celebración eucarística incluida, en la Parroquia San Jerónimo la imagen estuvo el domingo 22 y el lunes 23, día en el cual a la siesta se trasladó a la Capilla Nuestra Señora de los Ángeles de Barrio Gálvez donde también hubo misa.
En el medio de este peregrinar por templos, la imagen de Fátima estuvo en la cárcel de Coronda, un lugar que sin dudas necesita de la conquista espiritual de las personas para que se conviertan y sirve de sostén para el empleado que hoy en día está lejos de encontrarse en su mejor momento laboral.
El lunes también la estatua venerable se posicionó frente al nuevo hospital, lugar emblemático en esta época de pandemia, donde se rezó el Rosario por los enfermos, fallecidos y contagiados y por el personal de salud. Al finalizar esta cadena de oración, la imagen fue llevada a la Capilla de Niño Jesús donde hubo misa.
La Virgen de Fátima seguía su peregrinar y en este caso continuaba hacia la Catedral de la CIudad de Santa Fe y a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
FÁTIMA Y SUS REVELACIONES
La Virgen se apareció seis veces
Según la fe católica, el 13 de mayo de 1917, los tres pastores estaban en los rebaños de sus familias en Cova da Iría y vieron a la virgen. Esta aparición fue aprobada por la Santa Sede. En la segunda aparición, María les reveló que Francisco y Jacinta morirían en pocos años y que Lucía viviría mucho más para dar testimonio de lo ocurrido.
Esa es la más conocida, pero según la agencia de noticias católica ACI Prensa, Lucía dos Santos habría «experimentado las visitas sobrenaturales de la Virgen María en 1915, dos años antes de las famosas apariciones».
La fecha de la revelación del secreto de Fátima fue, según este medio, en la tercera aparición de la Virgen, el 13 de julio. La sexta y última aparición fue el 13 de octubre de 1917.
Según la agencia católica, «ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima (Portugal), se produjo el denominado “Milagro del sol”, en el que, luego de la aparición de la Virgen María a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía, se pudo ver al sol temblar, en una especie de “danza”, según relataron los que estaban ahí».
Francisco y Jacinta mueren al poco tiempo y Lucía se convierte en religiosa
Según informa ACI Prensa, Francisco y Jacinta murieron tras contagiarse de gripe española. Francisco murió en 1919 y Jacinta en 1920. Lucía entró en el convento de las Hermanas Doroteas en Pontevedra (España).
El 13 de junio de 1929, dice la iglesia, la Virgen se le habría aparecido a Lucía en el Convento de Tuy, en España. En esa aparición, según dice ACI Prensa citando el texto Encuentro con María de Sandra ZImdars-Swartz, la Virgen le habría dicho: «Ha llegado el momento en que Dios le pide al Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, hacer la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio».
El 13 de octubre de 1930, el obispo de Leiria proclamó que las apariciones de 1917 eran auténticas.
Sor Lucía escribió sobre las apariciones solo hasta 18 años después
Según relata ACI Prensa, Lucía se dedicó entre los años 1935 y 1941 a escribir cuatro memorias sobre lo ocurrido en Fátima, tras recibir la orden de sus superiores.
«En la tercera memoria -publicada en 1941- escribió las dos primeras partes del secreto y explicó que había una tercera parte que el cielo aún no le permitía revelar», señala la agencia de noticias católica.
En 1943 el Obispo de Leiria le ordenó a Sor Lucía que escribiera el tercer secreto pero según señala ACI Prensa, la religiosa no se sentía en libertad de hacerlo hasta un año después, cuando lo puso en un sobre con instrucciones de que no debería abrirse hasta 1960.
Varios papas leyeron la tercera parte del secreto
El obispo de Leiria conservó el secreto hasta 1957, afirma ACI Prensa, cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe se lo solicitó, junto con copias de otros textos de Sor Lucía. Citando al cardenal Tarcisio Bertone, ACI Prensa asegura que el secreto fue leído por los papas Juan XXIII y Pablo VI.
Juan Pablo II tuvo un especial interés por el sobre de la tercera parte del secreto y lo pidió tras el atentado contra su vida en Roma el 13 de mayo de 1981.
Karol Wojtyła, quien rigió los destinos de la Iglesia católica entre 1978 y el 2005, trazó inmediatamente una conexión entre el atentado perpetrado por el turco Mehmet Ali Ağca y la Virgen de Fátima. «Fue la mano de una madre que guió la trayectoria de la bala», diría el pontífice polaco que en el año 2000, el del Gran Jubileo, ordenó publicar la parte faltante del secreto.
Arrepentimiento y conversión: claves del secreto
Según el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal alemán Joseph Ratzinger (quien sería sucesor del Juan Pablo II con el nombre de Benedicto XVI), la clave tanto del secreto como de las apariciones de 1917 en Fátima es el llamado al arrepentimiento y la conversión, dice ACI Prensa.
El secreto describe el infierno
Según ACI Prensa, la primera parte del secreto de Fátima «revela a los individuos las trágicas consecuencias de la falta de arrepentimiento y lo que les espera en el mundo invisible si no se convierten».
El secreto habría revelado la Segunda Guerra Mundial
Según relata ACI Prensa, en la segunda parte del secreto María habría hablado de una guerra que «iniciará durante el pontificado de Pío XI» si «la humanidad no deja de ofender a Dios».
Lucía, según la información analizada por ACI Prensa, consideró que la Segunda Guerra Mundial había sido causada por la anexión alemana de Austria o «Anchluss» el 12 de marzo de 1938, durante el papado de Pío XI. Las hostilidades comenzarían con la invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939, ya durante el pontificado de Pío XII.