Este fin de semana una vez más el Corondá Rugby Club fue víctima de robos y de un consecuente vandalismo.
Es que al estar aislado el lugar los delincuentes tuvieron tiempo de hacer lo que quisieron, esto implicó destrozos en uno de los depósitos y el robo de tres reflectores, una columna de aluminio de 6 metros, y 50 metros de cables rojos, entre otros objetos.
Es la cuarta o quinta vez en no mucho tiempo en el cual la institución sufre la combinación de daño con robo. La última vez había sido en enero cuando se llevaron distintos elementos deportivos del lugar.
Convengamos que hay un sector que está desprotegido muchas horas al día. Por más que haya patrullajes, los que roban saben hasta en qué horarios andan por lo cual tienen todo estudiado y de vez en cuando dan un golpe. Tanto la Planta Campamentil José F. Cagnin, como el Vivero y el Corondá Rugby son sitios donde ha habido gran cantidad de ilícitos habida cuenta de que no hay seguridad sobre todo en horas de la noche.
La buena excusa que significa la posibilidad de construir la casa de Equinoterapia Lucero detrás de la Planta, debería generar de manera adjunta un sistema de protección para toda esa zona.
Hace un tiempo el concejal Claudio Minetto había presentado un proyecto que ya tenía todo determinado para instalar un destacamento policial en esa zona, con el visto bueno del Ministerio de Seguridad y de Educación -por estar diagramado dentro del predio de la Planta Campamentil-, de la Policía de la Unidad Regional XV y de la provincia pero referentes del peronismo local aseguran que fue frenado por algún representante local del oficialismo provincial de entonces.