Cada vez que recuerda los sucesos de aquella jornada aciaga, las lágrimas son inevitables como que el duelo es permanente pero la fuerza de voluntad y la contención de su familia y de sus creencias lo sostienen bien erguido.
Osvaldo Darío Benencia, oriundo de San Fabián, hijo adoptivo de Coronda, fue tripulante y resultó herido en combate en el ataque que hoy hace 40 años, sufrió el aviso ARA Alférez Sobral.
En la vigilia, en los sucesivos actos, cada vez que va a las escuelas, como una terapia, el ex empleado penitenciario -las fuerzas de seguridad deberían tener dispuestos ascensos extraordinarios y otros beneficios para los veteranos de guerra por su condición de héroes de guerra, tema aparte- cuenta siempre detalles de lo vivido.
LA CRÓNICA DE AQUEL DÍA
Aún con el latente hundimiento del ARA General Belgrano, el 3 de mayo de 1982 Argentina enfrentó otra gran pérdida. El ARA Alférez Sobral se encontraba en misión de recuperación de un piloto de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), ya que el día anterior había sido derribado el Canberra MK-62, número 110 de la FAA por un misil supersónico Sidewinder. La orden del Sobral fue ir a su rescate, a un punto situado a 180 km al norte del Estrecho de San Carlos.
Momentos después de llegar, un helicóptero Sea King británico notificó su contacto con una nave hostil, ordenando que se destaquen dos Sea Lynx con órdenes de atacar. Es allí cuando comenzó el ataque al ARA Alférez Sobral.
El primer Sea King se encargó de lanzar dos misiles a ocho millas del objetivo, uno de los cuales logró impactar en una de las lanchas del Sobral. Al ver un resplandor, el helicóptero se alejó levemente, lo que dio tiempo al comandante del ARA Sergio Gómez Roca de ordenar a todo su personal que busque protección bajo cubierta, mientras que el Capitán de Navío Sergio Bazán, Segundo Comandante de la unidad, se encargaba de recorrer el buque. Solo Gómez Roca y Bazán permanecieron en el puente de comando y el cuarto de radio para preservar la vida del resto de la tripulación.
Al acercarse al blanco y notar que continuaba su rumbo, los británicos deciden llevar a cabo un segundo ataque, esta vez en manos de un helicóptero Lynx que lanzó dos misiles y que impactaron en el puente del buque. Pese a que el Sobral se defendió con sus cañones y ametralladoras a bordo, los misiles británicos Skua fueron predominantes y dejaron gravemente dañado al buque argentino. Esta operación fue la primera vez que el Reino Unido lanzó en combate los misiles Sea Skua, y en la cual el comandante del ARA Sobral, Sergio Gómez Roca, y tres marineros pierden la vida.
En el ataque, ocho tripulantes resultaron heridos. El segundo comandante, Sergio Bazán, también herido, se dirige al puente, comprobando la enorme destrucción del buque: el Alférez Sobral se había quedado sin timón y girocompás, y privado de comunicarse. Luego de un incendio causado por un cortocircuito, Bazán ordenó detener máquinas para reparar el sistema y combatir el fuego.
El comandante de la Fuerza de Tareas 50.2 trató de comunicarse con el Alférez Sobral en repetidas ocasiones, pero no obtuvo respuesta ya que el ARA Sobral no tuvo posibilidad de comunicarse. Con el timón averiado, el puente y su instrumental (además de elementos de navegación) destruidos, ocho fallecidos y ocho heridos, Bazán asumió el comando del buque. Sin embargo, se enfrentó a una disyuntiva: partir hacia Malvinas o hacia el continente. Primó la segunda opción ya que solo sobrevivirían si lograban llegar al continente.
Una vez reparado el mecanismo del timón, el ARA Sobral comienza a desplazarse con un rumbo estimado hacia el norte, aunque no logró notificar el aviso. Por ese motivo, el comandante del GT 50.2 le pide a COATLANSUR destacar pesqueros para la búsqueda y rescate de posibles náufragos del Alférez Sobral, desplazando al Narwal y el Constanza.
Ampliamente dañado y sin comunicaciones, el ARA Sobral navegó con rumbo al continente. Los días transcurrieron, y recién en la mañana del 5 de mayo el ARA Sobral logró establecer una ligazón con un equipo de emergencia accionado a manivela. Arribó a Puerto Deseado ese mismo día sin ser ubicado, ya que lo estaban buscando en una dirección más al norte. Un helicóptero de la FAA al mando del 1erTen Miguel Lucero lo encontró, lo cual posibilitó el rescate de la tripulación así como también su traslado a puerto. El destructor Piedra Buena inició el rescate. Para las 20 horas el ARA Gurruchaga embarcó a 365 hombres, el ARA Bahía Paraíso rescató 88 hombres, el ARA Bouchard 64, el ARA Piedrabuena 273, y el pesquero Belokamensk 3 hombres.
El accionar del ARA Alférez Sobral y su desempeño en el conflicto fue fundamental para la Argentina. Cabe destacar la disciplina y la valentía con las que el comandante y la tripulación acarrearon el ataque británico, logrando llegar al continente días después. En combate fallecieron el Comandante Sergio Gómez Roca, el guardiamarina Claudio Olivieri; el cabo principal Mario Alancay; los cabos segundos Sergio Medina, Daniel Elvio Tonina y Ernesto Del Monte; el marinero Héctor Dufrechou y el conscripto Roberto D’Errico.
NUEVO REENCUENTRO
Durante toda la semana, tripulantes del ARA Alférez Sobral se encontraron en Mar del Plata, donde hubo un acto en la noche de este martes. Aquí algunas imágenes: