Dos animales silvestres fueron salvados por vecinos y luego entregados a la Policía Ecológica a través del área de Zoonosis de la Municipalidad.
Según informó el Técnico Agrónomo Germán Acosta «ayer -miércoles- por la mañana una integrante de la Vecinal 30 de marzo avisó que un vecino encontró un zorrito gris en la calle, y que lo agarró para que no lo lastimaran los perros ni lo mataran, lo llevó a su casa, se comunicó con nosotros y con la policía en paralelo, ante lo cual luego actuó la policía ecológica».
Más adelante, el funcionario relató que «aprovechamos esta presencia de esta dependencia policial para entregar un ofidio ya que unos días atrás, un vecino encontró por la creciente a la altura del Puerto Fiscalizador una serpiente no venenosa, ñacaniná, o lampalagua, la llevó a su casa y dio aviso» entonces «se hizo la extracción de los dos animales con los protocolos de la Policía Ecológica que los derivaba a Santa Fe, para una evaluación veterinaria, y para que sean reinsertados en su hábitat y medio ambiente».
La ñacaniná, es de color pardo amarillento a marrón claro, con manchas oscuras irregulares que se extienden hacia los costados, es ovípara, que pone entre 10 y 36 huevos. Se la encuentra todo el año, con mayor frecuencia en la primavera y el verano. También es uno de los grandes predadores del río Paraná, ya que se alimenta de otras serpientes, lagartos, anfibios, peces. También come roedores, por lo cual limita la proliferación de estos animales portadores de enfermedades. No es una serpiente venenosa, aunque posee comportamientos agresivos que hacen pensar que lo es.