Una situación dramática y límite vivió una acompañante terapéutica, oriunda de Desvío Arijón, el sábado en la ciudad de Santa Fe.
Se trata de Noemí Mendoza, quien cuando circulaba por calle 4 de enero al 1100, a pocas cuadras del Parque Sur, fue abordada por un delincuente en moto que la asaltó a ella y a la abuela de casi 80 años que acompañaba en ese momento de la siesta sabatina y le robó un teléfono celular.
Según contó Noni, como todos la conocen: “Se paró delante de mí, apuntándome directamente a la cabeza con un arma… me pidió que le entregara el celular si no me volaba la cabeza” y agregó que “fueron 2 segundos donde pasó por mi mente una película en copiado rápido, vi a mis hijos, mi nieto, mi mamá diciéndome que nunca me resista a un robo y por supuesto pensando en la abuela que tenía a mi cargo en esos momentos”.
Lo que siguió fue el robo del teléfono celular tras la insistencia del delincuente. “Y yo con la angustia de no poder hacer ni un movimiento por miedo a que le pasara algo a la abuela… sinceramente quedé en shock, lloré como una criatura de solo pensar lo que podría haber pasado en solo segundos donde un tipo sin importarle siquiera que iba con una persona mayor que apenas se moviliza con su andador no tenga un mínimo de compasión por ella y como pasa siempre en estos casos agradecer que este delincuente nos haya dejado con vida y la podamos seguir contando” indicó en sus redes sociales.
La nona tiene 79 años, se está recuperando de una fractura de cadera, su avanzada edad y sus problemas neurológicos en este caso fueron una ayuda para no decodificar lo que ocurría si no, tal vez hubiese habido una secuela peor generada por el pánico.
Incluso la trabajadora llegó a pensar si el arma en realidad no era de juguete o no estaba cargada, pero jugar a la ruleta rusa no era lo más aconsejable.
Noemí describió al sujeto como “bien arreglado, de unos 35 a 40 años, una persona que no daba perfil de delincuente” pero “ellos van dispuestos a todo y con un arma apuntándome no podía pensar en otra cosa que no fuera que nos mate a las dos en segundos”. Realmente, dramático por donde se lo mire.
Inmediatamente Noni llamó a la policía, se hizo la denuncia formal y el número telefónico y el aparato ya no se pueden utilizar, fueron bloqueados.
Como corolario de toda esta vivencia, a plena luz del día, en una tarde donde hay movimiento, con la responsabilidad de estar cuidando a una anciana, Noemí sabe que poder contarlo aparece hasta como un regalo de la vida pero está claro que por un buen tiempo mirará por sobre sus hombros todo el tiempo y estará por demás atenta a todos los movimientos a su alrededor.
UNA MODALIDAD CRECIENTE
«En el 70 por ciento de los hechos delictivos, se utiliza como medio de escape un motovehículo», dijo este martes el ministro de Seguridad de la provincia, Jorge Lagna. Los motochorros es una de las principales preocupaciones de los vecinos de esta capital en materia de seguridad. Fue el mismo ministro quien reconoció que los delitos cometidos en moto encuentran “particularidades» en Santa Fe que no se ven en otras ciudades.