Hace unos días que se viene hablando de una posible situación anómala dentro del nuevo Jardín de Infantes 354, y según lo que un grupo de padres denunció directamente ante la Regional IV de Educación, tendría que ver con actitudes supuestamente agresivas de hecho, de parte de una docente contra uno o dos alumnitos que según la denuncia, habría ido más allá de gritos. De todos modos, como en el medio hay menores, no es un tema sencillo de tratar.
Lo concreto es que algunos padres, solicitando anonimato, han hablado en medios locales y desde el Jardín se ha dado a conocer un mínimo de información en relación a los pasos a seguir.
A través de FM Sensación, un papá, cuya hija sería una de las protagonistas principales de este potencial maltrato, explicó que «nos acercamos a la institución, hace un par de semanas, hace dos jueves, vinimos a hablar con la directora por un caso con una nena. De agresión física. Nos encontramos con que hay otros casos también. Se comprometieron en un breve lapso a darle una solución a la situación, pero todavía no hay nada» explica la versión de este progenitor.
Luego agregó que «tenemos que esperar el descargo de la docente, que debió hacer antes, la semana pasada nos dijeron que no vendría a trabajar por varios días, no vino por el paro de colectivos pero el viernes sí. La mayoría de los padres pegó la vuelta con sus chicos por ese motivo».
El padre finalmente indicó que «esperamos la solución de este tema. Tenemos chicos con miedo, hemos consultado a psicólogas, no quieren escuchar ni oír la palabra jardín. No sabemos cómo harán para volver y confiar otra vez después. Queremos una reunión con la supervisora. Hemos estado con un nudo en la garganta, no es linda la situación» finalizó el papá.
Cabe aclarar que las acusaciones presentadas formalmente serían varias y en una de ellas, por ejemplo, se endilga tapar la boca de uno o varios niños para que no griten y o no se quejen. Del otro lado, según pudo saber nuestro medio, la otra versión indica que el único contacto que habría existido en ese sentido sería quitarle una cinta que una alumna se puso en su boca ante la vista de 16 alumnos que integraban la sala ese día.
DESDE LA DIRECCIÓN
Si bien no ha habido una declaración puntual de la directora Graciela Zago, se supo que desde el jueves 6 de este mes se recibió en esa dirección a un «mínimo grupo de padres» planteando estos supuestos maltratos físicos y verbales. Desde ese día se activó el protocolo correspondiente que es elevar las quejas a la Supervisora que comenzó a intervenir en el acompañamiento para cumplimentar los pasos administrativos a seguir en este tipo de situaciones.
Esto es, el descargo que la docente ya presentó esta semana -se supo también que en él aclara que en todo momento hasta antes del paro de colectivos estuvo acompañada por una practicante- y la apertura de una investigación interna con todos los agentes de la institución, pasos que llevan su tiempo y decisiones y veredictos en todo caso que les cabe tomar a las autoridades de supervisión ministerial y no a los directivos de los lugares donde ocurren este tipo de cosas.
Sí pudo saberse que la Supervisora llegaba hoy personalmente al jardín por primera vez, que hubo un diálogo entre la directora y algunos padres indicando que intentaría que la docente cuestionada se tomase unos días mientras marcha el sumario para intentar calmar las aguas, pero que esa maestra fue aconsejada de que faltar a dictar clases no tenía sentido ni justificación laboral alguna, por lo cual ahora la tirantez quedó entre la docente que sigue yendo y los padres que se niegan a dejar a sus chicos al saberlo, según la visión del tema que tienen esos papás aclarando que así como algunos creen en esta versión, muchos otros no están de acuerdo con la versión y tampoco con la salida a la opinión pública de esta incómoda situación.
Por eso la decisión se deberá tomar luego de una investigación interna que abarca varios pasos. Insistimos, la determinación final no depende de los directivos locales, sino de las autoridades ministeriales una vez que se analice a todas las partes con los protocolos ya preexistentes para comprobar -palabra fundamental-, la veracidad de las acusaciones establecidas en este caso.