Un policía corondino fue ferozmente agredido cuando intentó ayudar y proteger a una mujer que estaba siendo salvajemente atacada por su propio hijo.
El heroico hecho ocurrió este miércoles por la noche en la ciudad de San Lorenzo, cuando una mujer llamó desesperadamente a la policía al verse acorralada y atacada por su propio hijo, en un episodio que ya tenia antecedentes.
A partir de allí, se hizo presente una división del Comando Radioeléctrico de esa Unidad Regional XVII con sede en la mencionada localidad.
La noticia ha tenido alta difusión sobre todo en medios del sur de la provincia, pero lo que no se sabía en nuestra región -para aquel que al menos se conmocionó con la información- es que quien peor la pasó fue Enrique Barreto, un agente corondino, integrante del Comando Radioeléctrico de esa cabecera departamental.
Pero… ¿Qué le sucedió al joven policía? Fue atacado con un líquido inflamable que según los jefes policiales sería brea o alquitrán, en el rostro, lo que le generó quemaduras de primer grado y una lesión en el ojo izquierdo. Afortunadamente le dieron el alta y había estado internado en Sanatorio Laprida de Rosario. Sin dudas pudo ser peor…
Según informó Telefé Rosario, de los 4 oficiales que acudieron, dos ingresaron a la casa: «la policía acudió ante el pedido de una madre que denunció agresión de su hijo de 38 años. La mujer deja entrar a la policía, encuentran en un pasillo al muchacho, al personal les arroja líquido a la cara, brea, alquitrán y los amenaza con un encendedor. Lo reducen, lo detienen y dos agentes son llevados al hospital por sus lesiones» relató el informativo rosarino.
Cabe destacar, que según las autoridades, el violento detenido, a menudo atacaba a su madre, tenía orden de restricción, que violó una vez más y es considerada una persona muy agresiva, alcohólico con adicciones y sus vecinos le temen.
Diferencias que aparecen entre este verdadero animal salvaje con un agente oriundo de nuestra ciudad, con poca experiencia en la fuerza, valiente, arrojado, bien considerado entre sus pares por su humildad y don de buena gente, y que realmente puso la cara por una mujer en este caso, pero que sin dudas más allá de lo que le tocó vivir, seguirá siendo un verdadero servidor público, este ejemplo lo muestra a las claras.
Enrique Barreto, un buen policía. Nos alegra que esté bien.