Este miércoles, el gobierno provincial, a través del Ministerio de Seguridad, incorporó 273 nuevos policías que serán distribuidos en las distintas Unidades Regionales y Direcciones Provinciales de Santa Fe.
Luego de dos años de formación continua, los nuevos miembros de la fuerza provincial comenzarán a prestar servicio inmediatamente. La carrera policial consta de 2 años de cursado intensivo en las instalaciones del ISeP y otros 2 años de capacitación mientras trabajan en el destino asignado.
En una segunda etapa, durante los próximos meses, se sumarán otros 400 efectivos policiales a las fuerzas de seguridad provinciales.
Al respecto, la jefa de Policía de Santa Fe, Emilce Chimenti indico que «estos efectivos policiales que se integran a la Policía de Santa Fe, en un año muy complejo por la pandemia, pero permitirán mejorar las tareas de prevención en las calles del territorio provincial».
Asimismo, «queremos destacar que los nuevos efectivos deben saber que la formación y capacitación es constante durante toda la carrera policial y deben poner su mejor esfuerzo en ello», expreso Chimenti. Por otro lado, sigue en curso el proceso de selección de nuevos aspirantes a la Policía de Santa Fe.
El año pasado ingresaron 800 aspirantes y se estima que para el año 2021 ingresen unos 1600.
La otra postura
Esto fue informado desde el Ministerio de Seguridad.
Ahora bien. La web de la Asociación Profesional Policial -Apropol- un gremio «ad hoc» que tiene el personal de seguridad desde hace años, generó una publicación firmada por Marcos Anglada.
«Dieron destino a los 273 suboficiales a los cuales además de las penurias económicas, la dilación para su incorporación, le sumaron destinos a cientos de kilómetros de sus viviendas. Para muchos esto es angustiante y algunos no podrían presentarse de no conseguir medios».
Según la publicación del gremio «el que no va se queda sin trabajo» y «por seis meses están a prueba, el que no rinde, se va». De todos modos, no es tan sencillo echar a un empleado policial.
Apropol denunció también que «desde noviembre último que no perciben beca o pago alguno (era de $ 2.800 mensuales) y que no obstante ello debieron comprarse todo el uniforme, correaje y calzado que superó según estimaciones que publicamos la semana pasada los $40.000 por cada cadete» y además «debieron acudir nuevamente al auxilio económico de sus familias para poder viajar al ISEP en la ciudad de Recreo a recibir destinos y al regreso -a Rosario la gran mayoría- a buscar nuevamente algo de dinero y algún medio para viajar mañana a primera hora para presentarse a trabajar».
Del mismo modo, había pasantías en el 911 que nunca fueron abonadas, con turnos de 8 horas a veces, contó una fuente calificada.
Otra situación: los aspirantes de Rosario y zona de la Promoción 2019-2020 dejaron de cursar mucho antes que los de otros lugares de la provincia, por lo cual ante el hecho de estar recibidos y sin trabajo ni destino comenzaron a reclamar. Por eso, casi el 100% de los 273 ingresados en la semana son del sur provincial y quedaron para otra tanda -sin fecha puntual aún- los de otros lugares como Coronda, Desvío Arijón, y tantas otras localidades del departamento y el resto del centro norte provincial.
Para finalizar, se notan las diferencias en relación con el Servicio Penitenciario, que tiene movilidad de traslado a distintos destinos y que los aspirantes, una vez que están por ingresar, ya cobran, además de que en el marco del trabajo, reciben dinero extra por los recargos. Cosas que urgentemente deberán cambiar.